Vásquez rechazó los alegatos del grupo de dirigentes que siguen a Mejía, quienes insisten en que el período de Vargas como presidente del partido blanco concluye este 19 de julio, y dijo que ese no es más que “un recurso desesperado que no quieren reconocer el principio democrático de que la minoría debe acatar las decisiones de las mayorías”.
Sostuvo que cuando las decisiones han sido adoptadas en una votación universal y masiva de la militancia perredeísta que el 27 de septiembre de 2009 en proporción de más de un 96 por ciento eligió a Miguel Vargas como su presidente y cuya proclamación se produjo el 28 de febrero en una Convención Nacional de Delegados, “todo ello en el más estricto marco apego a las disposiciones estatutarias del PRD”.
El gran problema del Proyecto Presidencial Hipólito y de quienes amplifican sus faltos alegatos, es que están en minoría, que fueron barridos por esa especie de tsunami que fue la participación de los seguidores de Miguel Vargas en la XXVII Convención Nacional del 27 de septiembre de 2009, expresó el diputado.
“Inclusive los dirigentes hipolitistas que pertenecen a la Comisión Política y el CEN están ahí por el sentido de equilibrio y espíritu democrático de Miguel, que los propuso, como es el caso de Milagros Ortiz Bosch, Emmanuel Esquea Guerrero, Ivelisse Prats, y los casos de otros que entonces estaban en nuestra corriente y con nuestro respaldo ganaron sus posiciones por elección de la militancia”, planteó.
Vásquez subrayó que “esa situación de minoría y de acciones irracionales es lo que llevó al Proyecto Presidencial Hipólito a embarcarse en una ilegal reunión de la Comisión Política el 1 de junio de 2012; a boicotear con amenazas y violencia las convocatorias del CEN hechas por el presidente del partido los días 20 y 27 de enero pasados y pretender judicializar en los tribunales prerrogativas que no le dio ni la dirigencia ni la militancia perredeísta”.