
En el documento “Hacia el cambio político, construir una nueva mayoría para democratizar el Estado y la sociedad”, también se denuncia como parte de la estrategia de continuidad en el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana la reducción de las disensiones a “la utilización del gasto público como factor de dominio de sectores empresariales y profesionales; el uso del poder de arbitraje y regulación regulación como una prerrogativa que le otorga a la dirección corporativa del PLD la capacidad de chantaje y extorsión; la práctica corporativa instalada en la gestión pública con su secuela de corrupción y perversión de la vida pública”.
Ciudadanos y Ciudadanas por la Democracia releva en su documento que el PLD continúa ejerciendo el poder con la vocación de acaparar toda la institucionalidad con la pretensión de generar beneficios económicos y políticos para una fracción de sus miembros. De ahí que el cambio de estilo de Medina respecto a Fernández sea solo, agrega, sea solo aparente y en los hechos prolongue la “estafa del ideario democrático” iniciada en 1996 durante el primer gobierno peledeísta.
“Esta forma de dominación se caracteriza por dispositivos que generan la anulación o frustración de cualquier apelación o demanda de cambio y por la aniquilación de la efectividad del debate y la deliberación públicos al cerrar tanto las vías institucionales como las informales de generación democrática de consenso que son esenciales a una democracia fundamentada en derechos y en el buen gobierno”, se dice en el análisis que se publica íntegro en versión pdf adjunto a esta nota.
En el encuentro participaron dirigentes de Alianza por la Democracia, Alianza País, Frente Amplio, Partido Revolucionario Dominicano, entre otras.