El también exministro de trabajo dijo que ese plan es una involución que no puede ser admitida.
“En estos momentos estamos ante la presencia de un intento de retroceso al año de 1992. Y eso no lo puede permitir el movimiento obrero de la República Dominicana”, declaró Alburquerque, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana.
El abogado y político se pronunció en esos términos durante la celebración del tercer Congreso de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical, celebrado en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Entre los puntos que proponen los patronos cuentan reducir a tres años el tiempo para acumular prestaciones por cesantía.
Además, el desahucio para las mujeres embarazadas con mutuo acuerdo, aumento de 44 a 48 horas de trabajo a la semana y llevar de tres a seis meses el período de prueba de los empleados nuevos.
“Es necesario tomar conciencia, no es posible, en pleno siglo 21, retrotraernos”, se lamentó Alburquerque.
Mientras que las centrales sindicales mantienen su rechazo a la modificación del código.
“Es inaceptable, va más allá inclusive de lo que podían tocar, se metieron en terreno que hace mucho nadie tocaba”, declaró Rafael Abreu, presidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical.
Jacobo Ramos, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos, recordó que hay una comisión designada por el gobierno que estudia las demandas de los patronos e instó al jefe de Estado a no escucharlos.
Pidió al presidente Danilo Medina “que no escuche esos planteamientos porque de lo contrario el país será escenario de confrontaciones”. Agregó: “estamos dispuestos a irnos a huelga”.
Entretanto, Gabriel del Río, presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), denunció que el sector empleador viola el derecho de asociación sindical.
Del Río dijo además que van a mantener la lucha para que los derechos de los trabajadores sean verdaderamente eficaces y de esta forma puedan organizarse en libertad.