Las supuestas anomalías están documentadas en una auditoría de la Cámara de Cuentas de la República (CCRD) realizada a la ejecución presupuestaria de la DGDC entre diciembre y enero de 2008, y aprobada en marzo de 2013.
Durante el periodo auditado, la entidad presupuestó para la compra de materiales y suministros el monto de RD$ 28,849,947 millones, pero ejecutó, según el informe, RD$ 39,404,886 millones, 10.5 millones más de lo presupuestado.
La Cámara de Cuentas confirmó en su investigación un faltante de 171 entradas de almacén de los insumos adquiridos, según la secuencia numérica de los registro de almacén.
La experticia también determinó que en el mes de abril de 2008 se registraron otras 32 entradas de almacén faltantes, evidenciadas en la secuencia numérica de los ingresos.
Precisa el documento que las entradas de almacén correspondientes al mes de agosto de ese año, no poseen una secuencia numérica coherente, ya que tienen fechas de 2006, 2007 y 2008, cuando todas debieron ser de ese último año.
Los datos ofrecidos por la entidad no permitieron a los auditores establecer si los insumos adquiridos por la suma de RD$ 39,403, 886 fueran realmente entregados en su totalidad.
Una de las evidencias más comprometedora resaltada en el informe de auditoría, indica que el 80% de las facturas que sirvieron de soportes a las entradas son copias no legibles, en las cuales no se distingue nombre del proveedor, dirección, teléfono, RNC, así como el monto, según detalla el documento de fiscalización.
Pero las irregularidades no termina ahí, las salidas de almacén de los supuestos materiales, presentan las mismas situaciones que las entradas, las fechas no coinciden con la secuencia numérica y faltan numeraciones en los registros.
Durante el trabajo de campo los auditores evidenciaron que en las salidas de almacén se reportaron las unidades de los artículos sin valores y sin las firmas de las personas responsables.
La Cámara les recuerda a los funcionarios de la DGDC que el Manual de la Contraloría General de la República, en los Controles Internos, para el área de procedimiento de expedición para solicitud de pago, en su numeral 8 indica: “Las facturas deben ser confeccionadas a maquinas y selladas, debiendo indicarse el nombre del presidente de la compañía, deberá indicar el nombre del propietario del negocio. En ambos casos, deberá contener la dirección exacta de la compañía y/o número de teléfono y su Registro Nacional de Contribuyentes (RNC)”.
Reacción de la entidad y recomendación de la CCRD
En respuesta a los auditores de la Cámara de Cuentas, en marzo de 2009, la
DGDC informó que las entradas de almacén faltantes en el mes de abril de
2008, están registradas en 2007 y las demás figuran en los meses de
2008.
En sus conclusiones, la Cámara recomienda a la entidad instruir al encargado de almacén para que mantenga actualizadas las tarjetas en base a las salidas por requisición de materiales y entradas por compras de los departamentos.
Compra de mosquiteros
La Dirección General de Desarrollo de la Comunidad también hizo compra
irregular de 8 mil mosquiteros por la suma de RD$ 2.7 millones, con
supuestas facturas alteradas, según subraya el informe de auditoría de la
CCRD.
Además, precisa que los pagos no estuvieron sustentados con los documentos soportes de una operación de compra normal.
Al comparar las facturas con las mismas del proveedor en compras anteriores, los técnicos pudieron detectar que el timbrado es diferente al que se utilizó para la compra de los mosquiteros.
Los investigadores determinaron además, que la compañía proveedora, Importadores-Reparación y Representantes y Ventas de Repuestos, Pieza, Parte y Reparaciones no se dedica a la venta de mosquiteros.
El manual de la Contraloría General de la República (CGR) en los controles internos, para el área de Banco, en el numeral 10 expresa: “Al presentar un cheque a la firma, el mismo deberá anexarse toda las documentaciones justificativa del pago y las personas que los firman deben asegurarse de que la misma este correcta y completa.”
Otros desembolsos sospechosos
En la investigación a los libros de registros, los técnicos detectaron
pagos por los montos de RD$ 3,392,072 y RD$ 2,372,065, a favor de la
Suplidora Peña Reyes, con facturas y procedimientos de compras supuestamente
alterados.
El dinero había sido utilizado para donaciones a personas damnificadas de la tormenta Fay en 2008, algo que no pudo ser confirmado en el informe.
En esta operación en particular, los auditores confirmaron que el CIE que aparece en las facturas no se corresponde con el nombre del proveedor. Pertenece a la farmacia Josam que nada tuvo que ver con las compras en cuestión, al menos en esa oportunidad.
El informe de la fiscalización cuestiona que las facturas tengan comprobantes fiscales con numeración continua, pero con fechas de facturación diferentes.
Tampoco se encontró evidencia que soporten las entregas a las personas beneficiadas con las compras, dice el documento de la CCRD.
El dispositivo legal de la auditoria atribuye responsabilidad legal y administrativa, además del titular de la entidad Luis Acosta Moreta, a los funcionarios Luis Alberto Ramírez Feliz, gerente administrativo, Juan Carlos Castillo Feliz, director financiero, Cesar Esteben Rivas Pineda, auditor, entre otros.