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Una de sus empleadas de limpieza no tiene permiso de residencia
LONDRES. El ministro de Migración de Gran Bretaña renunció después de que se conoció que una de sus empleadas de limpieza no tiene permiso de residencia en el país, una metedura de pata colosal de cara a las drásticas medidas emprendidas por el gobierno contra la inmigración.
La oficina del primer ministro David Cameron informó el sábado en un comunicado de prensa que no hay indicios de que el ministro Mark Harper supiera que la persona estuviese trabajando sin autorización, pero dijo que el funcionario aceptó la "lamentable" renuncia.
El gobierno también distribuyó la carta de renuncia de Harper, donde el funcionario explicaba que pensó que había verificado en 2007 el pasaporte y documentación de la empleada para ver si tenía autorización para trabajar en el país. No se dio a conocer la identidad de la mujer.
Sin embargo, agregó que las autoridades le dijeron el jueves que ella de hecho no tenía permiso para residir en Gran Bretaña.
"Aunque cumplí con la ley todo el tiempo, considero que como ministro de Migración, que está buscando una ley en el parlamento que endurezca nuestras leyes migratorias, me obligo a observar un estándar más alto que lo que se espera de otros", dijo en la carta.
Una de las principales promesas de Cameron involucraba medidas drásticas contra la inmigración no autorizada y el ala derecha de su partido lo ha estado presionando sobre el tema.
El caso hace eco al escándalo de la nana en Estados Unidos, cuando la nominada del entonces presidente Bill Clinton a procuradora general se vio obligada a retirar su nominación en 1993 después de que se reveló que su familia había contratado a una inmigrante sin permiso legal.
Sin embargo, la renuncia de Harper es incluso más vergonzosa porque él era responsable nada menos que de la política migratoria. El hecho de que tuviese a una persona sin permiso legal trabajando consigo seguramente encabezará los encabezados noticiosos de la prensa británica. El tema es importante en este país donde muchos temen a la inmigración.
Harper hizo un trabajo muy agresivo como ministro. Su departamento supervisaba el despliegue de una camioneta que patrullaba las calles de Londres advirtiendo a los migrantes cuyas visas habían expirado "irse a casa o enfrentarse a ser arrestados". El vehículo, adornado con unas enormes esposas, fue retirado debido a las críticas.
El ahora ex ministro también causó polémica después de decir a un iraquí que solicitó asilo varias veces de que sus múltiples intentos por quedarse en Gran Bretaña eran "ridículos" y que debería salir del país.