En dicho Informe, entre otras cosas, se afirma lo siguiente:
“Durante el año transcurrido, los problemas más serios relativos a los derechos humanos en República Dominicana fueron el de la discriminación contra los inmigrantes haitianos y sus descendientes, incluyendo la sentencia del Tribunal Constitucional que declara que estas personas, en su mayoría haitianos, no tienen derecho a la nacionalidad dominicana y el de la violencia contra las mujeres, que incluye el abuso doméstico, las violaciones y el feminicidio”.
Miguel Mejía, Secretario General del Movimiento Izquierda Unida (MIU) y Ministro para Políticas de Integración Regional, considera que la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano fue especialmente clara y contundente, responsable, valiente y patriótica. En ella se expresa:
“En lo que toca a República Dominicana, el Informe es una colección de recortes viejos de periódicos y consideraciones simples. Salvo el ejemplo didáctico de “copy and paste” el mayor valor del informe reside en el papel en que se imprime”.
Destaca Mejía, que con ejemplar sentido de la oportunidad, responsabilidad y patriotismo, la respuesta del Canciller, Ingeniero Carlos Morales Troncoso, es un digno homenaje al 170 aniversario de la Independencia Nacional, conmemorado el 27 de febrero, y un ejercicio de soberanía y dignidad ante las acusaciones injustas y humillantes del Departamento de Estado norteamericano, que no sólo ofenden al Gobierno dominicano y a sus instituciones, sino a todo nuestro pueblo, solidario y dispuesto siempre a ayudar a sus vecinos, como ha demostrado reiteradamente a través de la historia. ¿Acaso el gobierno norteamericano podría afirmar lo mismo? ¿Cuál es la actitud que toma con los inmigrantes indocumentados, mexicanos o haitianos, que llegan a sus fronteras?
Quien regatea la imprescindible ayuda para la subsistencia de Haití e incumple, junto a las potencias europeas, todos los compromisos contraídos tras el terremoto de 2010, no tiene moral para juzgar a la nación y al pueblo que más ha hecho y hace por el pueblo haitiano, cientos de miles de cuyos ciudadanos, legales o ilegales, conviven y trabajan, codo a codo, con los dominicanos, sin la menor sombra de discriminación.
El Departamento de Estado norteamericano parece que no se ha percatado que hace mucho quedó atrás el tiempo de las amenazas, las humillaciones, la política de las cañoneras, la injerencia brutal en los asuntos internos de otros países, las invasiones militares y las presiones a naciones soberanas.
La histórica respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país, acaba de recordárselo.
Nuestro Movimiento Izquierda Unida apoya irrestrictamente la declaración de nuestra Cancillería y se une a ella y a nuestro pueblo e instituciones, en el rechazo más decidido a las falsas y calumniosas imputaciones contenidas en el citado Informe.