"No pueden quedar dudas: responderemos de manera adecuada a cada paso hostil"
MOSCÚ.- Moscú respondió hoy con sanciones a Estados Unidos en represalia por la misma medida adoptada por Washington hace tres días por la anexión de Crimea a Rusia, coincidiendo con la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a la capital rusa.
Rusia anunció una lista que incluye a nueve políticos estadounidenses de primera fila, entre ellos el senador John McCain; el presidente del Congreso, John Boehner, y el líder de la mayoría en el Senado de EEUU, Harry Reid, que tendrán prohibida a partir de ahora la entrada en este país.
Minutos antes de que la Cancillería rusa publicara los nueve nombres, el Departamento del Tesoro de EEUU amplió a otros 20 altos cargos y empresarios rusos la prohibición de viajar y la congelación temporal de todos sus posibles activos en ese país.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no tardó en reaccionar al anuncio para decir que "Rusia no se hará esperar" para responder a las medidas adoptadas en Washington.
"No pueden quedar dudas: responderemos de manera adecuada a cada paso hostil", señaló a su vez el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
El intercambio de sanciones entre Rusia y Estados Unidos coincidió con la llegada de Ban a Moscú, donde se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
El secretario general de la ONU apoyó, por un lado, la propuesta de desplegar una misión de observadores de la ONU y la OSCE en Ucrania, y lamentó la toma de bases ucranianas en Crimea por hombres armados sin distintivos que podrían ser soldados rusos.
Manifestó además su decepción con la celebración del referéndum en Crimea para unirse a Rusia, tachado de ilegal e ilegítimo por la comunidad internacional, y pidió al presidente ruso esfuerzos para "un diálogo abierto y constructivo entre Moscú y Kiev".
"Mi objetivo ahora es evitar el empeoramiento de la situación y no permitir que los acontecimientos afecten negativamente a la solución de otros problemas, incluido el conflicto de Irán", recalcó Ban.
El líder de la ONU recordó a Putin que "los actores como Rusia, la UE y EEUU no deben dejar de prestar atención y olvidarse de los asuntos que realmente preocupan a todo el mundo", como son los conflictos en Siria y la República Centroafricana.
Al mismo tiempo, compartió "la legítima preocupación de Putin "por la situación de las minorías rusas en Ucrania", aunque subrayó la necesidad de "garantizar los derechos humanos de todos los ciudadanos" de ese país.
Mientras Occidente ultima las medidas de castigo contra Rusia, la maquinaria burocrática rusa avanza a pasos de gigante para completar esta misma semana la incorporación de Crimea y el puerto de Sebastópol como dos nuevos sujetos de la Federación.
La Duma del Estado (Cámara baja del Parlamento ruso) ratificó el tratado de unión entre Rusia y la hasta ahora autonomía ucraniana, sellado hace dos días en Kremlin por Pitin y las autoridades crimeas.
Tan solo uno de los 446 diputados de la Duma, el opositor Iliá Ponomariov del partido Rusia Justa, votó en contra de la ratificación.
"Las mejores intenciones nos han llevado a cometer un gran error político: voto en contra de la guerra", escribió el parlamentario en su blog antes de la votación.
Ponomariov, prácticamente marginado en su partido después de participar en multitudinarias manifestaciones de la oposición no parlamentaria contra Putin, manifestó que a pesar de creer que Crimea debe ser rusa, el país "ha cometido un gran error que puede ser trágico para dos pueblos hermanos" al anexionarse la península.
Por otro lado, el líder del Kremlin ha ordenado el reconocimiento de los grados militares y la formación académica de los oficiales ucranianos que deseen servir en la Fuerzas Armadas y otras instituciones rusas.
Putin ha sido quien más se ha beneficiado de la incorporación de Crimea, un territorio que perteneció a Rusia hasta 1954, a la vista de los últimos sondeos de su popularidad entre los rusos.
Más de un 75 por ciento de los rusos apoyan la gestión de su presidente, mientras que hace menos de un mes su popularidad era del 64 por ciento.