El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, afirmó hoy que la disminución del tamaño de la clase media y la persistencia de altos niveles de pobreza en una significativa mayoría de la población, evidencian que los resultados de las políticas públicas del país son decepcionantes, y que se requiere una nueva inspiración y determinación de cambio social.
Vargas se refirió a informes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina, e incluso cifras del propio Banco Central, confirmando un grave retroceso en términos de bienestar social y progreso real de la gente.
Informó que tocó el tema en una reciente reunión con el bloque de diputados perredeístas, para revisar el inicio de la nueva agenda legislativa 2014-2015, exhortando a los más de 50 legisladores presentes a proponer iniciativas legislativas que impulsen el desarrollo social y contribuyan con la reducción de la pobreza.
El presidente perredeísta citó los datos del PNUD de que entre los años 2000 y 2012 la clase media dominicana descendió ocho escalones en su tamaño, y del Banco Mundial de que más de una década de crecimiento económico no ha servido para reducir la desigualdad, lo cual “muestra que la calidad de vida de la gente no ha sido una prioridad en las agendas de los gobiernos”.
Ilustró que en la propias cifras del Banco Central queda demostrado que ninguno de los grupos de trabajadores obtienen ingresos fijos que alcancen el 70 por ciento del costo de la canasta familiar, lo que establece una situación asfixiante en las condiciones de vida entre los asalariados, que es peor entre los desempleados y quienes tienen empleos informales.
Entiende el presidente del PRD que por igual es dramáticamente revelador el dato de los organismos internacionales de que el país también tiene una baja movilidad económica, con menos del 2 por ciento de la población escalando a un grupo de mayores ingresos durante la década, comparado con un promedio del 41 por ciento en la región de América Latina y el Caribe en conjunto.
“Todos estos datos constituyen una grave desafío para la clase dirigente del país, que debe desarrollar diferentes políticas que tiendan a erradicar la pobreza y la desigualdad, mediante acciones que impulsen la equidad y la cohesión social”, concluyó.