La ecologista Marina Silva, tercera en la elección presidencial en Brasil con 22 millones de votos, aplazó la decisión sobre a quién apoyará en el balotaje, a la espera de un compromiso público del opositor Aecio Neves sobre sus propuestas.
Los votos de Marina Silva son considerados clave en la definición de la segunda vuelta electoral el 26 de octubre, en la que Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) apareció técnicamente empatado con la mandataria Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) en los primeros sondeos sobre intención de voto en el balotaje, publicados el jueves.
Las encuestadoras Datafolha e Ibope dieron a Neves una leve ventaja de 46% a 44% sobre la mandataria. El opositor habría captado 64% de los electores de Silva.
- Un compromiso público -
Políticos cercanos a la exministra de Medio Ambiente dijeron que esperan que Neves dé una señal de que adoptará algunas de sus prioridades.
"Marina quiere pronunciarse a partir del momento en que la coalición de Aecio Neves diga que está de acuerdo o no con puntos del programa que le vamos a ofrecer", dijo el socialista Beto Albuquerque, que fue candidato a vicepresidente de la ecologista, citado por el portal G1.
Walter Feldman, representante del grupo Red Sostenibilidad de Silva y coordinador de su campaña, entregará a Neves un documento con esas prioridades el viernes en Rio de Janeiro. El objetivo no es negociar un acuerdo, sino que Neves "asuma públicamente" un compromiso, dijo a la AFP Pedro Ivo, dirigente de la agrupación de Silva.
Según Ivo, lo que está claro es que Silva "no apoyará a Dilma Rousseff".
La propia Marina Silva divulgó una carta en la que indicó que "las respuestas que obtenga serán fundamentales para mi manifestación [de apoyo], que será hecha oportunamente en esta segunda vuelta electoral".
En una rueda de prensa en Rio, Neves dijo que aguarda "con serenidad" la decisión de Silva.
El apoyo de Marina Silva, que obtuvo 21,3% de los votos el domingo, "tiene un efecto muy importante para ayudar a construir una imagen de Neves más competitiva para el balotaje", dijo a la AFP Rafael Cortez, analista de la consultora Tendencias.
En las elecciones de 2006 y 2010, cuando el PSDB fue derrotado, "sólo el PT conseguía nuevos apoyos en la segunda vuelta; ahora aparece aislado, sin nuevas alianzas", destacó.
Pero un apoyo directo de Silva a Neves "choca con el discurso de Red Sostenibilidad contra la 'vieja' polarización entre el PT y el PSDB", que monopolizan el poder desde hace 20 años en Brasil, siguió.
Silva tenía previsto anunciar su decisión este jueves, pero lo canceló.
El Partido Socialista, que lanzó la candidatura de la ecologista, anunció el miércoles su apoyo a Neves, y la agrupación de Silva recomendó a sus electores a votar por Neves, en blanco o nulo.
El grupo de Silva divulgó este jueves lo que considera "sus banderas", entre ellas el fin de la reelección para presidente y destinar 10% del PIB para la salud, un compromiso en contra de la reducción de la edad de imputabilidad penal, y la protección del medio ambiente, la Amazonía y las tierras indígenas.
- Nuevas denuncias de corrupción -
La campaña se agitó el jueves con declaraciones de un exdirector de Petrobras, Paulo Roberto Costa, que dijo que grandes empresas destinaban hasta 3% del valor de contratos con la petrolera estatal al Partido de los Trabajadores de Rousseff y otros dos partidos aliados del gobierno, según una grabación de su declaración ante un juez filtrada a la prensa.
El PT negó rotundamente las acusaciones, que surgen en el momento más álgido de una campaña que ya prometía ser muy dura.
"Son gravísimas las acusaciones realizadas por el exdirector de Petrobras contra el tesorero del PT", declaró Neves en su cuenta de Twitter. Costa dijo que Joao Vaccari era el contacto del esquema de corrupción en el PT.
"El castillo de naipes en el que se transformó el gobierno del PT se está derrumbando", añadió.
Por su parte, el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva se dirigió en Sao Paulo a la militancia del PT y, aunque no nombró directamente el caso de Petrobras, se mostró indignado con las continuas acusaciones.
"En toda época de campaña hay siempre el mismo escenario: ellos comienzan a levantar denuncias, que no necesitan probarse, sólo insinúan. Cuando insinúan, la prensa lo recoge y nadie tiene que probar nada, es sólo insinuar. Y yo ya estoy cansado. Todos los años es lo mismo, en cualquier elección. No podemos aceptarlo más", aseveró Lula acompañado de la plana mayor del partido.
El expresidente admitió que hubo errores en la campaña del PT para la primera vuelta, pero con su carisma habitual llamó a los brasileños a "ir a la lucha para elegir a Dilma".