El presidente del Partido Alianza por la Democracia, Max Puig, indicó este domingo que la República Dominicana está haciendo el ridículo a nivel internacional al anunciar su retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y decir que permanecerá en la comisión.
“Ningún país puede vivir aislado de otro y mediante una decisición soberana y democrática el país se unió a los Derechos Humanos, por lo que no puede retirarse de la corte mediante una decisición del Tribunal Constitucional”, indicó el jurista.
Al ser entrevista en el programa “Los Sabios en la Z” que conduce Ramón Alburquerque y que se transmite por la Z 101, el presidente de Alianza por la Democracia dijo que la sentencia 168-13 contiene argumentos xenófonos y racistas para justificar la sentencia.
“Estas justificaciones son inconcebibles en el mundo que se vive actualmente y después de que el mundo haya asumido todos los pactos y convenios a favor de los derechos de la humanidad”, expresó.
Puig, quien también es abogado, analizó las condenas que ha recibido la República Dominicana, dentro de las cuales citó el caso de la matanza de los haitianos en 1937, condena que el entonces presidente, Rafael Leonidas Trujillo, asumió, pese a que no cumplió a plenitud la indemnización a la que fue condenado el país.
En ese mismo orden mencionó que más adelante Trujillo aceptó la condena por el intento de asesinato del entonces presidente venezolano, Rómulo Betancourt y luego aceptó también las consecuencias de dar muerte a las hermanas Mirabal.
El jurista mencionó que más adelante el expresidente Joaquín Balaguer también aceptó en su momento una condena por el maltrato a los trabajadores haitianos en los ingenios azucareros del país, situación que fue denunciada como trabajo abusivo y esclavista, deviniendo de esto una condena que provocó además la modificación del Código de Trabajo Dominicano.
Del mismo modo, Leonel Fernández fue condenado en el 2005 y también aceptó su condena, apuntó Puig.
Ahora, la República Dominicana conforme al convenio establecido entre la mayor parte de los países del mundo firmó la Declaración de los Derechos Humanos, como un símbolo de la democracia y del respeto a la vida humanidad. “Por eso inconcebible que el país se mantenga aislado del pacto firmado entre las naciones del mundo”, aseguró.
Continuó diciendo que ante los ojos de otras naciones seremos un país atrasado y deshumanizado, por justificar de forma racista y xenófona la sentencia que regulariza el estatus de las personas de origen haitiano.