El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, desmintió hoy que se esté negociando la estructura de la Fuerza Pública con las FARC y calificó de "propaganda destructiva" las informaciones sobre concesiones a la guerrilla en ese terreno, incluso para dirigir la policía.
"¿A quién diablos se le puede ocurrir que uno va a negociar semejante despropósito?", se preguntó Santos en París, antes de añadir que quienes sueltan esos infundios lo hacen "sin ninguna vergüenza".
"¿A quién diablos se le puede ocurrir que uno va a negociar semejante despropósito?", se preguntó Santos en París, antes de añadir que quienes sueltan esos infundios lo hacen "sin ninguna vergüenza".
Durante una intervención ante la patronal francesa Medef en la que animaba a los inversores a instalarse en su país por sus condiciones económicas, el jefe del Estado insistió a los empresarios en que las negociaciones con la guerrilla de las FARC no van a cercenar ningún derecho económico ni democrático y en que un acuerdo de paz multiplicará las oportunidades de negocio.
"No es cierto -relató- que estemos negociando nuestras políticas tributarias, las de inversión. Nada de eso es cierto. O que estemos negociando nuestras fuerzas armadas, nuestra policía" con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Al término de su visita a París, después de haber rendido homenaje en la plaza de la República a las víctimas de los atentados terroristas en Francia, Santos replicó a las declaraciones de la Procuraduría, que había asegurado que se está negociando con las FARC la integración de miembros de la guerrilla en la Gendarmería rural.
Calificó de "malintencionado" el pronunciamiento de la Procuraduría -dirigida por el ultraconservador Alejandro Ordóñez, muy crítico con el proceso de paz-, que en su cuenta Twitter señaló: "Propuesta de gendarmería rural con miembros de las FARC ratifica que sí se negocia estructura de la Fuerza Pública en La Habana".
El jefe del Estado colombiano consideró "realmente perverso" llegar a esa conclusión a partir de unas palabras suyas ayer, en las que, a una pregunta de la prensa, reconoció que, aunque no había pensado en la posibilidad de integrar a exguerrilleros, tampoco lo descartaba.
La razón es que, "por ejemplo, los desmovilizados pueden ser guardabosques, que es algo que vamos a necesitar muchísimo bajo el control y el dominio de la Policía".
Pero hizo hincapié en que "no estamos negociando la Fuerza Pública en La Habana. Esa ha sido una posición tajante, clara, desde el comienzo de las negociaciones, a pesar de las múltiples intenciones de las FARC de que ese tema se discuta".
Santos se quejó de que, mientras en Francia "lo único que hemos recibido es apoyo al proceso de paz" y a la posibilidad de poner fin a la guerra después de 50 años, en Colombia "los enemigos de la paz, los enemigos del proceso, acudan a esas interpretaciones, interpretaciones malévolas".