El presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos de la Cámara de Diputados calificó de desastrosa la deforestación que afecta la frontera, lo que atribuye a la escasa vigilancia del Ministerio de Medio Ambiente y a la complicidad de los organismos de seguridad que permiten el trasiego de carbón hacia Haití.
Afirmó que varias comunidades haitianas viven de la fabricación de carbón, el cual se transporta en barcazas a plena luz del día y a la vista de las autoridades por el lago Azuei.
Rafael Méndez afirmó que hasta que no se aplique mano dura para enfrentar la problemática el país seguirá siendo testigo del desastre ecológico que ocurre en la frontera.
“Todo el mundo habla que la frontera hay que desarrollarla pero no hay acciones puntuales realmente orientadas a sacarla del atraso y la pobreza extrema en que se desenvuelven estas comunidades”, manifestó el legislador.
Méndez, dijo que todo lo que pasa por cualquier punto fronterizo es con la complicidad de los guardias en los puntos de chequeo previo pago de peaje. “Es un tráfico completo, humano, de carbón, de mercancía, de todo. Es una situación realmente anárquica, desastrosa, en términos generales”.
Asimismo, entiende que no hacen falta más leyes para poner orden en la frontera, ya que la misma ha sido estudiada de “mil maneras”, y la propia Constitución del 2010 en su artículo 10, la declaró de alta prioridad para el desarrollo nacional, lo que asegura no se ha cumplido.
Ito Bisonó pide más controles
Con Méndez coincidió su colega del Partido Reformista, Víctor -Ito- Bisonó, quien señaló que las legislaciones de Migración, de Incentivos Fronterizos, de Comercio, Protección al Medio Ambiente y la propia Carta Magna establecen claramente lo que hay que hacer en la frontera.
“El tema está en lo mismo que se confluye con el tema de la droga, la inmigración, el comercio y el tema fitosanitario, que es el control de la frontera”, dijo.
Con respecto a la producción legal de carbón en fincas energéticas con fines de exportación, el legislador afirmó, que es parte del desarrollo empresarial del país, al que debe ponérsele mayor supervisión y controles. “La verdad es que se están haciendo daños que van a ser irreparables como lo que vive Haití”.