Hablar de política es fácil, el
día a día de la sociedad dominicana está ligada estrechamente a la política,
pero hablar de nuestros antecedentes sociales y de lo que ello significa desde
un contexto histórico es una acción patriótica en todo el sentido de la palabra.
El mes de febrero es el mes donde el destino quiso escribir gran parte de la historia de nuestro pueblo, sin dejar de importantizar otras fechas que puntualizan hechos históricos de igual trascendencia a las que ocurrieron en este mes.
Es importante señalar que todos
los hechos históricos, en todo el sentido de la palabra desde la génesis,
están marcados por la fuerza intangible de la juventud. En ocasión Matías Ramón
Mella Castillo, Juan Pablo Duarte Diez, Francisco del Rosario Sánchez y
un sin número de personas que son héroes detrás de cortinas son la referencia
que motivaron estas líneas, hombres patriotas quienes en plena flor de su
juventud sembraron todo un legado a fuerza de amor, dedicación y con mucho
valor se propusieron liberar nuestra patria de toda opresión extranjera
formando la formidable confederación de ideas constituidos en la sociedad
secreta llamada "La Trinitaria", la cual elevó el orgullo de todo un
pueblo y encaminó una combatida y campal lucha que logró
nuestra independencia con el él sonar de un trabucazo que todavía hoy
retumba en esa puerta del conde y en la conciencia de todos los
dominicanos, acción esta con la que se instauró de una vez y por todas lo
que hoy es nuestra República Dominicana.
Hoy nuestro país, fruto de esa
acción heroica ha sostenido un sin número de avances en todos los renglones y
bajo una etiqueta propia hemos visto grandes hombres proponiendo lo mejor de sí
para un mejor país, a nosotros, los que nos formamos en el Partido
Revolucionario Dominicano nos ha tocado tener el privilegio de poder
decir con toda propiedad que desde esta plataforma se han elevado los mejores
hombres y mujeres para presentarlos a nuestro pueblo, José Francisco Peña Gómez
es la mejor expresión de nuestro partido, nadie, absolutamente nadie puede
señalar la pureza y la fuerza del capital social que construyó ese ejemplar de
la política de referencia mundial, un hombre que desde el punto vista
propiamente político no se ha podido sustituir, y a esta generación de jóvenes
nos llena de orgullo poder recordar a nuestros líderes con la inmaculada
convicción referencial de un Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Hostos, Bosch y
demás, quienes con espíritu de lucha y una visión clara propiciaron grandes hazañas
de impacto social.