El candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, afirma que si gana las elecciones modernizará el sector agropecuario con políticas que fomenten la producción, comercialización, acceso al agua, a nuevos paquetes tecnológicos, a la tierra, al crédito, a la seguridad alimentaria y a los controles sanitarios y fitosanitarios. Al señalar que el sector agropecuario ha registrado un deterioro de largo plazo, dice que va a mejorar la calidad de vida del trabajador de esa área, aumentando la producción y la productividad para el presente y el futuro del país.
Sostiene que con eso, se asegura la alimentación de los dominicanos y se aumentan las exportaciones.
Criticó que el aporte del sector al PIB (Producto Interno Bruto) ha permanecido entre 6-7% en la última década, con una tendencia a bajar en los últimos 3 años al crecer 25% menos que el promedio nacional.
Además que el aporte de la agropecuaria al empleo total se ha mantenido constante en alrededor del 14% de la fuerza laboral ocupada.
Señala que la productividad de esa fuerza laboral ha crecido a un ritmo de 2.3% promedio anual en el último quinquenio, mientras el ingreso promedio de los trabajadores agrícolas apenas ha aumentado a un ritmo de 1.4% anual, lo que arroja que en 2014 el poder adquisitivo del ingreso de los trabajadores agropecuarios era un 20% inferior al nivel del 2000.
Explica que esas cifras dan cuentas del deterioro relativo en que vive la población que trabaja en la agropecuaria, por lo que propone un paquete urgente de medidas para modernizar el sector agropecuario, asegurando su desarrollo para cumplir los requerimientos de la población:
-Promover de manera activa que la pequeña producción agropecuaria cuente con nuevos canales y mecanismos de comercialización que contribuyan a mejorar los precios en finca. Eso implica promover que las asociaciones y cooperativas productivas rurales tengan la capacidad de organizarse, acopiar y negociar con sus clientes.
-Impulsar un aumento significativo del acceso al agua donde el riego tradicional no llega, promoviendo el uso de nuevas y económicas tecnologías de riego en beneficio de la pequeña producción y que pongan atención a la reducción de la gran cantidad de agua que hoy se desperdicia.
Eso debe acompañar al Plan Nacional de Riego que define las obras prioritarias en materia de agua para consumo humano y uso productivo.
-Crear un Plan Nacional de Mejoramiento Tecnológico en Cultivos Claves que impacte en la oferta de alimentos y una alta participación de pequeños productores.
-Dar un renovado impulso a las intervenciones que contribuyan a mejorar el acceso a la tierra de muchas pequeñas unidades productivas que tienen en la restricción de la superficie una seria limitante. Esto es particularmente severo en el Sur del país.
-Profundizar los programas públicos de acceso al crédito de la pequeña agricultura, vinculándolos a proyectos y metas no solo productivas, sino de comercialización y de cambio tecnológico. El acceso al crédito de unidades medianas también deberá considerarse, en particular las orientadas a la exportación.
-Propiciar una política de seguridad alimentaria para enfrentar las privaciones de la población vulnerable que padece malnutrición, garantizando disponibilidad, acceso, estabilidad y utilización de los alimentos.
-La modernización y fortalecimiento de los controles sanitarios y fitosanitarios es una pieza clave para mejorar el acceso a los mercados externos de los productos agropecuarios de exportación. Esto debe tener una alta prioridad para la agropecuaria orientada a la exportación.