El dirigente político Guillermo Caram planteó ayer como posible solución a la crisis post-comicios que afecta al país la renuncia del presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, a menos que rinda cuentas convincentes de lo que pasa y lo que pasó durante el proceso, sobre temas como la compra de equipos por US$32 millones sin las implementaciones necesarias, “renuncia” de 3,000 auxiliares, desaparición de urnas y boletas y quema de juntas electorales.
El exgobernador del Banco Central propone designar en consenso con los partidos, un presidente provisional en el organismo comicial que concluya el proceso sobre la base del conteo manual, hasta la proclamación de los candidatos ganadores.
Además, celebración de elecciones complementarias en aquellas jurisdicciones en las que hayan presentado situaciones susceptibles de anulación.
Asimismo, entiende factible determinar la futura composición de la JCE y el Tribunal Superior Electoral (TSE) sobre la base de reputadas personalidades apartidistas.
En un documento insta además, asumir el compromiso de modificar la Constitución, para superar los obstáculos que han complicado el proceso, como la reelección presidencial, la celebración de elecciones conjuntas provinciales y municipales de las presidenciales, y la congelación de demarcaciones provinciales y municipales.
También, abordar lo relativo al carácter vinculante del referendo en las reformas constitucionales y supeditar a concertación partidaria similar a la establecida en el artículo 241 de la Constitución, la selección de jueces del Régimen Contencioso Administrativo, Cámara de Cuentas, Suprema Corte de Justicia, Tribunal Constitucional; a lo cual pudiera añadirse la independencia del Ministerio Público.
“La solución política arribada pudiera incluir, además, temas de gobierno que constituyen reclamos ciudadanos como los relacionados con el combate a la corrupción, cumplimiento de disposiciones legales sobre función pública, despolitización de los regímenes de subsidios, mayor transparencia en las compras y contrataciones gubernamentales y controlar los déficits para detener endeudamientos”, expresó.
Caram sostuvo en su escrito que el nuevo ingrediente de “ilegalidad e ilegitimidad” en las elecciones, añadiría un nuevo elemento dentro de la agenda de preocupaciones internacionales sobre el país, de manera potencial reflejada en mayores restricciones para el flujo de recursos externos, que repercute de manera inmediata en el equilibrio de las finanzas públicas.
Manifestó que ante esta eventualidad, las autoridades se verán tentadas a la reducción de nóminas y subsidios, colocación de mayores impuestos y restricciones adicionales de diferentes servicios.