Cuenta la mitología griega que sobre el universo reinaba Cronos, el más joven de la primera generación de titanes, su madre era Gea, Diosa de la tierra y su padre Urano Dios del cielo.
Le predijeron que sería destronado por uno de sus hijos y que éste sería el Dios soberano del mundo, evitando perder su reino decidió comerse a sus propios hijos, se apoderaba de ellos, apenas nacidos y se los comía sin piedad alguna.
Sobrevivió Zeus su sexto hijo, quien empezó una guerra llamada “La Titanomaquia”, con el apoyo de cien gigantes armados que había liberado del régimen de su padre, lograron derrocar a Cronos siendo encarcelado en el tártaro un lugar húmedo, lúgubre, frió y neblinoso en las profundidades de la tierra.
Si los grandes líderes de los partidos políticos continúan sin respetar la democracia interna y la participación de la nueva generación, terminaran como Cronos.