¿Cómo llega Odebrecht a la República Dominicana?
Esta constructora llegó al país en el año 2001, en el gobierno del ex presidente Hipólito Mejía. El primer proyecto ofertado por esta empresa fue la creación del Metro de Santo Domingo, un proyecto que fue rechazado por ese mismo gobierno 2000-2004. Desde el año 2002 a la fecha ya se han construido doce obras y tres más que en este momento se encuentra en ejecución.
Desde su entrada al país, las autoridades de la República Dominicana, lograron un financiamiento de parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), por alrededor de 1,000 millones de dólares para obras de infraestructura, especialmente para la construcción de hidroeléctricas, acueductos, carreteras y el Corredor Duarte en Santo Domingo. En el 2009, había un límite de recursos para República Dominicana de 850 millones de dólares. A partir del año 2011, el financiamiento es ilimitado.
¿Cómo llegó el escándalo Odebrecht a convertirse en algo de escala mundial?
Muy buena su pregunta, Odebrecht es una empresa constructora brasileña de mucha tradición, fue fundada por el ingeniero Norberto Odebrecht, en 1944. Esta compañía poco a poco se fue convirtiendo en una de las principales de la región, hoy en día, participa en negocios de ingeniería, diseños, construcción, manufactura de productos químicos y petroquímicos en todo el mundo, y posee más de 168,000 empleados. Desde hace algunas décadas se había rumorado en Brasil el tema de la entrega de sobornos de parte de esta compañía para posteriormente lograr cuantiosos contratos, pero estos rumores nunca fueron comprobados.
Entiendo que esta internacionalización de la confesa corrupción, comenzó con la llegada de Lula Da Silva (expresidente 2003-2010). El crecimiento económico de Odebrecht y su presencia en varios países de Latinoamérica, se dio en el mismo escenario del boom económico o la llamada ¨Década de Oro¨ (2004-2014). Época en que la bonanza de los precios de las materias primas y de los productos agrícolas, permitieron multiplicar enormemente las riquezas de los países productores de estas. Otro dato que podemos destacar es lo geopolítico, estas riquezas generadas con las materias primas, y el apoyo absoluto del Estado Brasileño a la empresa Odebrecht y a otras empresas del país, sirvieron como instrumentos para que el gobernante de turno obtuviera gran influencia política en el exterior. Eje: Lula Da Silva fue uno de los principales promotores para la creación del UNASUR.
El boom económico fue aprovechado a tal punto, que Brasil llego a considerarse como uno de los grandes milagros del mundo; reducción de la pobreza, planes sociales novedosos, planes de viviendas, infraestructuras de todo tipo, etc. El progreso fue tan grande que este país invirtió una alta suma de dinero para agenciarse el derecho de realizar primero El Mundial de Futbol 2014 y luego las Olimpiadas 2016. Pero como dijo una vez el profesor Juan Bosch, el liderazgo moral más grande que ha tenido la República Dominicana; ¨Como ande la economía, anda la política¨. A principios del año 2014, ocurrió algo inesperado. El desplome de las materias primas que puso en jaque a la economía mundial, y puso al borde del precipicio a los países productores de las materias primas y sobre todo a los muy dependientes de los recursos económicos obtenidos por estas.
El petróleo cayó un 40%; el algodón, un 22%; el gas natural, un 15,8%; la soja, más de un 20%; el azúcar, un 15%; el cobre y el maíz, un 12% y el trigo un 8%. Al venir la caída económica los brasileños salieron a las calles a exigir una explicación sobre la situación del país y a buscar culpables. Inmediatamente esta crisis abrió una caja de pandora, la llamada investigación Lava Jato, que ha derivado en todo lo que está sucediendo ahora, una trama que se ha llevado de frente a prácticamente todo el liderazgo político de ese país. Creo que más o menos por ahí es que anda el asunto.
¿Por qué en todos los países las investigaciones avanzan y en la República Dominicana parecen que están estancadas?
Pienso que hay una percepción equivocada sobre eso, siento que cada día que pasa se va esclareciendo el tema. Por eso saludo la iniciativa del procurador general de la República, quien ha mostrado su intención de llevar el caso hasta las últimas consecuencias. Invito a todas las personas a que comprendan que el caso Odebrecht apenas inicia en la República Dominicana, tengamos los ojos abiertos y fe en el proceso, no nos apresuremos hablando de impunidad, ni pongamos en juicio el interés de la procuraduría de sancionar a los implicados hasta tanto no culminen la investigaciones, ya que los procesos judiciales no dependen de un show político ni de la prisa, más bien dependen de la aplicación del derecho sustentado en pruebas verificadas.
Otro señal positiva de que el caso llegará hasta las últimas consecuencias son las palabras del presidente de la república Danilo Medina, en su discurso de rendición de cuentas el pasado 27 de febrero, cuando expreso; “No existen vacas sagradas en este gobierno y ni existirán mientras yo sea el presidente de la República”. Entiendo que el presidente Medina, como estadista, sabe bien que las vacas sagradas dan mala leche, dan muchos dolores de cabeza y dañan el resto del ganado. Confío en su palabra.
¿A propósito del caso Odebrecht, como define el fenómeno de la Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad?
Yo comprendo la indignación de los ciudadanos independientes que quieren expresarse participando en la marcha verde. No tengo dudas que la acumulación de riqueza vía la corrupción mata la cultura, mata la salud, mata la educación, mata los sueños de los jóvenes, mata el desarrollo de los pueblos y afectan la credibilidad de todos los partidos políticos sin importar colores e ideologías. Este mal siempre ha sido encabezado por personas sin ética, ni escrúpulos, ni moral, ni principios, que son capaces de aprovecharse, hasta pudrir las causas más nobles.
Pero te confieso que me apena cuando veo a altos dirigentes del PLD, que es mi partido, menospreciando a los marchantes y sus reclamos, entiendo que debe de ser todo contrario, tenemos que trabajar más duro para ser mejores, ser más tolerantes y hasta sumarnos a sus reclamos. Hoy en día los que ejercen cargos de elección se deben a la ciudadanía, y no al revés. También me preocupa que el propósito inicial estaría viéndose distorsionado por el hecho de que hay un grupo de líderes opositores, los mismos que en el pasado proceso electoral no pudieron llenar ni satisfacer las expectativas de la mayoría de los dominicanos, muchos de ellas y ellos pretenden verse como los protagonistas de dicha iniciativa, dándole un matiz político innecesario. Nos toca prestar atención y saber distinguir entre quienes están realmente dispuestos a tener un mejor país, y los que pueden estar buscando solamente adeptos con fines electorales.
En fin, hay que expresarse, pero jamás podemos permitir que la indignación se convierta en odio. El odio nunca ha construido nada. No se puede construir un país sobre los cimientos del rencor. Eduquémonos en la concordia, el pensamiento crítico, y el respeto recíproco. No son las pasiones las que deben guiar nuestros actos sino la firmeza de nuestros argumentos. Un día escuche por ahí, que es el tiempo preciso para sacudir enérgicamente el bosque de las neuronas cerebrales que llevan un tiempo adormecidas; es necesario hacerlas vibrar con emoción, esperanza y la fe de un mejor porvenir para la República Dominicana. Si me preguntaran que necesita la República Dominicana en estos momentos, les diría que; Justicia, Futuro y Patria.
¿Desde su punto de vista, cuál será el desenlace final de este escandaloso caso?
Todas las obras de Odebrecht son de muy alta calidad, algo que no está en dudas. Cada vez que tengo la oportunidad de ir al Este del territorio nacional, siento que estoy transitando en una carretera que no tiene nada que envidiarle a las del primer mundo. Pero las autoridades deben de aclarar lo siguiente; además del escándalo por los US$92 millones en sobornos, lo que más me ha impactado como profesional de la ingeniería es el alto costos del kilometro de carretera, y el alto costo final para el Estado dominicano en alguna de las obras, por ejemplo:
El costo por km de carretera en Europa es de $US178mil a $US 230mil. En América Latina el promedio es $US1,2 millones por km. En nuestro país el costo aproximado es de $US4,7 millones, por km de carretera en las vías realizadas por la empresa brasileña. Como sabemos todos, Odebrecht se comprometió a pagar el doble de los sobornos realizados al país, pero considero que a esto debemos de añadirle la contratación de tasadores, técnicos y auditores independientes para realizar una evaluación técnico-financiera en todas las obras, a los fines de detectar posibles sobrevaluaciones.
Con el caso Odebrecht tenemos la oportunidad de dar una clara señal sobre qué país queremos. De entrada te comento algo positivo; cualquier persona que ostente un cargo público, lo pensara dos o tres veces antes de involucrarse en actos indecorosos, ya todo se sabe hoy en día gracias a la tecnología y las redes sociales. Y le añado lo siguiente, nuestro país no puede seguir estando en el listado de los países que encabezan la lista de percepción de alta corrupción. Urge que en nuestro país, la palabra político sea sinónimo de honradez, sacrificio y vocación de servicio. Trabajemos para romper las cadenas que nos atan al siglo XX, trabajemos para vencer la pobreza, trabajemos para la liberación de los oprimidos, trabajemos para que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo humano, trabajemos por el despertar de la conciencia. Hagamos mejor las cosas, nuestro país tiene 26 partidos políticos, la gente espera de ellos, pero espera mucho más de nosotros; el futuro, lo nuevo y el relevo generacional que pronto se dará en el país.
Jorge Feliz Pacheco