Como todo cibernauta, que surca los océanos de las tecnologías de la información y la comunicación TIC's representadas en las redes sociales, que nos permiten más que acceder, también ser parte del acontecer mundial, me llama la atención un fenómeno desatado por nuestro equipo dominicano del actual Clásico Mundial de Baseball y la capacidad concertadora que este posee en la sociedad dominicana.
Es evidente que contamos con un talento deportivo sobrenatural, un equipo de hombres beisbolistas que, desde hace muchos años, se han erigido como los nuevos paradigmas mundiales de esta disciplina. Pero es de igual manera evidente, el hecho de que este equipo logra también romper las barreras y las ideologías políticas, uniendo a los principales actores republicanos, en desbordadas manifestaciones de apoyo, donde Facebook, Instagram y Twitter fungen como las principales plataformas de difusión.
Esta peculiaridad me señala que la sociedad dominicana si es capaz de mancomunar esfuerzos y que no solo somos capaces de desgastarnos en luchas, que, aunque persiguen reivindicaciones sociales, no están estratégicamente concebidas para concertar el apoyo de todos los sectores de la vida social como a diferencia lo hace el #PlatanoPower.
Tomando el precedente histórico en que el inmortal Nelson Mandela une la nación de Sudáfrica a través del Rugby y permite que el odio xenófobo ancestral, se fundiera en la alegría compartida por negros y blancos, cuando esta nación gana el campeonato mundial en 1995; quedando demostrado que la voluntad y los esfuerzos de un político son capaces de sobreponerse a la descomposición social.
Espero que la combinación equilibrada de nacionalismo, democracia e inclusive jocosidad dominicana; permitan que mentes brillantes engendren los nuevos ideales que nos unifiquen como nación y nos permitan caminar de la mano hacia un futuro promisorio de bienestar social colectivo.
Por Luis Vargas