Jueza Miriam Germán no quiere estar en el caso Odebrecht

La jueza presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Miriam Germán Brito, pidió ayer al presidente del alto tribunal no tomarla en cuenta si es apoderada en el proceso de Odebrecht en caso de que llegue a esa jurisdicción.

La magistrada hizo el pedimento al presidente de la Suprema Corte, Mariano Germán Mejía, ante la versión de una supuesta reunión de ella con el exministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, interrogado por la Procuraduría en torno a los sobornos admitidos por la firma constructora brasileña.

“Por medio de la presente, solicito, formalmente que, en caso de que el proceso llamado Odebrecht llegue a esta Suprema Corte de Justicia, no ser considerada para ninguna participación ni como juez de Instrucción Especial, ni como Miembro del Pleno si llegara el caso”, acotó Germán Brito en la misiva enviada al también presidente del Consejo del Poder Judicial (CPJ).

La magistrada dijo que por medios y por unos twits, se ha desatado una serie de comentarios atribuyéndole una estrecha amistad con Díaz Rúa, tras señalar que lo conoce y que ha conversado con él, nunca sobre un proceso en el que ni siquiera nadie ha sido formalmente imputado.

Recordó el momento en que tuvo un proceso en contra de Díaz Rúa, opinó lo contrario cuando se confirmó la sentencia que anula la investigación seguida al exministro de Obras Públicas, por la Fiscalía del Distrito Nacional, bajo la acusación de corrupción, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.


Los amigos

“Conste que en el momento en que tuvo un proceso, opiné contrario a sus intereses, disentí de la opinión mayoritaria que lo exculpaba”, acotó la presidenta de la Segunda Sala Penal.

Sostuvo que su manera de ver la vida la hace a no andar huyendo de nada, ni eludir responsabilidades, amistad, trato, con quien no le condiciona ningún juicio.

Puso como ejemplo que con la hermana de un senador procesado les unen profundos y viejos afectos que sobrepasan los 20 años, pero que a la hora de fallar lo hizo en contra de él y que no le condicionó lo afectivo.

Indicó que las personas que juegan billar suelen golpear una sola bola, pero persiguen golpear a otra y que la carambola a veces suele ser perversa.

“Tengo amigos de todos los sectores, de todas las clases, pero ninguno puede darse el lujo de afirmar que es dueño de mi voto como juez”, enfatizó Germán Brito.


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