El canciller Miguel Vargas manifestó la “alta preocupación” del gobierno dominicano por el curso que han tomado los acontecimientos políticos de Venezuela donde no ha sido posible conciliar intereses en procura de una solución negociada “a una crisis política que exige desprendimiento y buena voluntad de sus actores”.
“La paz de los venezolanos no va a llegar a través de ninguna acción unilateral”, expresó el Canciller dominicano.
Reiteró la posición que ha sustentado la República Dominicana en los organismos y foros internacionales en el sentido de que sólo una negociación justa y equitativa entre las partes puede reconciliar a la sociedad venezolana, y en ese sentido expresó que se hace imperativo poner a andar alguna fórmula que acerque a las partes con el acompañamiento de varios países amigos que han mostrado disposición a colaborar.
“Para ayudar a lograr la reconciliación nacional para una convivencia pacífica y democrática en Venezuela, es necesario entender, al margen de particularidades y conveniencias circunstanciales, que no puede haber solución definitiva y sostenible en el tiempo sin la participación de todas las partes que intervienen en ese conflicto”, expresó el canciller dominicano.
Previendo los acontecimientos actuales, el gobierno dominicano se ha mantenido equidistante en el conflicto y propuso en la última Reunión de Consulta de Cancilleres de la OEA celebrada en Cancún, México, la creación de un grupo de países con posiciones equilibradas que acompañe una negociación para acercar intereses encontrados hasta lograr una salida honrosa a la crisis.
“Hemos hecho esfuerzos inimaginables que deben continuar bajo la discreción de la diplomacia y que en principio alcanzaron logros importantes por tratarse de una mediación que todas las partes admiten como conciliatoria y sobre la que estamos dispuestos a continuar hasta lograr la anhelada paz política y social a que aspiran los venezolanos”, expresó Vargas en declaración pública entregada ayer por la oficina de Comunicaciones de la Cancillería.
Recordó que mucho antes de estallar las protestas que por más de cuatro meses ha mantenido alterado el clima político y la paz social venezolana, el presidente Danilo Medina aceptó que el territorio dominicano fuera utilizado como punto de encuentro de las partes en conflicto.
Reveló que aprovechando ese escenario llegaron representantes del gobierno y de la oposición, grupos de la sociedad civil, de la Iglesia, empresarios y amigos independientes, junto a expresidentes que de manera indistinta plantearon eventuales fórmulas de negociación.
“Lamentablemente, las imprudencias de entidades y personas cuyo rol debería ser la mediación imparcial en una crisis que deben resolver sólo los venezolanos, han hecho frustrar todos los esfuerzos sensatos llevados a cabo por países amigos, entre ellos la República Dominicana, para una negociación entre las partes con perdurabilidad en el tiempo”, manifestó Vargas.