SANTO DOMINGO. Bernardo Castellanos de Moya, el acusado número 14 del caso de los sobornos de Odebrecht, fue dejado detenido en la Fiscalía del Distrito Nacional, a donde fue trasladado a las 11:40 de la noche del miércoles.
Sus abogados, tanto en el Aeropuerto Las Américas como en las inmediaciones de la Fiscalía del Distrito Nacional, denunciaron que su apresamiento es “ilegal y arbitrario” porque la orden de arresto no fue emitida por el juez que instruye el caso, sino que fue citado para el próximo viernes.
Al salir del vehículo en el que fue trasladado, abordado por medios de comunicación, Castellanos se limitó a sonreír pero no emitió ningún comentario.
Castellanos fue trasladado a la Fiscalía por fiscales que lo esperaban en la citada terminal, donde llegó de manera voluntaria.
El acusado llegó al país en el vuelo de Copa Airlines, donde fue recibido por su abogado Marino Elsevyf.
Se recuerda que la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió, a solicitud del Ministerio Público dominicano, el pasado 15 de julio, una orden de captura internacional para Castellanos de Moya, el único de los 14 implicados en el caso de los sobornos de Odebrecht que no había comparecido ante un juez.
Esto provocó que su expediente fuera separado del de Temístocles Montás, Víctor Díaz Rúa, Conrado Pittaluga, Andrés Bautista, el exdiputado Ruddy González, César Sánchez, Máximo De Óleo, Radhamés Segura, Roberto Rodríguez Hernández, Julio César Valentín, Tommy Alberto Galán y Alfredo Pacheco Osoria.
El 30 de mayo del 2017 Castellanos de Moya remitió un comunicado a los medios, en donde afirmó: “Acudiré de inmediato al requerimiento del Ministerio Público, con la frente en alto y con la esperanza de no recibir un trato humillante”, pero no había llegado al país a responder por la acusación desde Panamá donde se informó que estaba.
Bernardo Castellanos de Moya fue director de proyectos hidroeléctricos de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana del año 2000 al 2004 y es señalado por la Procuraduría por supuestamente haber recibido dinero del empresario y lobista Ángel Rondón para opinar favorablemente en la construcción del proyecto hidroeléctrico Pinalito, que hizo la constructora brasileña en Constanza.
Dijo en el comunicado que la construcción de Pinalito se inició luego del 16 de agosto del 2004, “y mal podría yo, un simple técnico, sin funciones en la CDEEE, influir en la ejecución de dicho proyecto”.
También detalla por qué el proyecto de Pinalito aumentó unos US$17,334,801.27 en el año 2004, respecto al año 1984, cuando se hizo el estudio preliminar.
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