Nicolás Maquiavelo escribió en 1513 “El Príncipe”, a nuestro entender el mejor tratado político de todos los tiempos.
En su tratado, Maquiavelo describe una de las grandes verdades de la vida de todo ser humano en su renglón social y político, cuando éste decía: “El que no coloca los cimientos con anticipación podría colocarlos luego si tiene talento, aun con riesgo de disgustar al arquitecto y de hacer peligrar al edificio.
En política –al menos en la nuestra- las oportunidades siempre están dadas no siempre para los más merecedores de éstas, se dan casos de algunos que no poseen las cualidades para cumplir sus tareas asignadas pero su perspicacia los ayuda a salir adelante, otros, como en el caso anteriormente citado hacen peligrar el edificio, pero con la anuencia del arquitecto.
Partiendo de ese razonamiento nace que hoy la política cada vez se torne más improvisada por sus actores, es por ello que a diario vemos ¨grandes metidas de patas¨ de políticos de larga data en su accionar.
De ahí también nace nuestro hoy llamado “relevo político” perspicaz pero que no trabaja los cimientos de su destino, y por ende no sabremos a donde vamos a parar como sociedad.
La política a la que nos estamos acostumbrando en el día de hoy no precisa de ningún talento y no existe un relevo que cuide su formación histórica.
Estamos viviendo lo planteado por Maquiavelo en su tratado “No estamos colocando nuestros cimientos para una mejor sociedad mañana, estamos utilizando habilidades para llegar a donde queremos llegar y al precio que sea necesario pagar”.
Por Yeison Mateo