Trajano Potentini, presidente de Justicia y Transparencia, citó como escollos de mucha preocupación; y que hacen inviable la posibilidad de celebrar las elecciones en la fecha pautada, del tercer domingo 17 de mayo, la prohibición de los Estados Unidos de Norte América, de celebrar elecciones en su territorio de forma presencial (para los dominicanos en el exterior), única mecánica prevista en nuestras leyes; además de lo poco previsible y aventurero, que resultaría el desafiar la realidad que representa el Coronavirus para la salud pública, de una crisis sin precedentes, que apenas inicia en el país, sin un control efectivo, sin la esperanza de una vacuna en el corto tiempo, ni tratamiento y con un sistema de salud colapsado, en manos de las Administradoras de Riesgo de Salud (ARS); esto sumando a la experiencia comparada, con la suspensión de elecciones, en más de 25 países a la fecha.
Asimismo saludó la comprensión de un liderazgo político consiente, como el caso del expresidente Leonel Fernández, que en un gesto de mucha madurez política, expreso lo que citamos a continuación: (Para mí, las elecciones juegan un rol secundario con respecto a la salud y el bienestar del pueblo dominicano», expresó y dijo que si el virus sigue, los poderes fácticos (sociedad civil, medios de comunicación, políticos) deberán ponerse de acuerdo para saber qué hacer con las elecciones), en términos similares también se han expresado otros líderes.
De acuerdo con la propuesta de Justicia y Transparencia, se procedería luego del consenso político y social, a apoderar en coordinación con la Junta Central Electoral (JCE), al Tribunal Superior Electoral, para que este, por sentencia suspenda las elecciones congresuales y presidenciales, para ser celebrada el domingo 14 de junio, permitiendo el cumplimiento del artículo 209 de la constitución, que prevé ante la eventualidad de una segunda vuelta, el que la misma se celebren, el último domingo de junio, que lo sería el 28 de junio, cuyos márgenes no alterarían la caducidad del periodo constitucional de 4 años del 16 de agosto, fecha del cambio de mando.
Potentini significó, que fuera de estos márgenes y posibilidades, sobre todo ante la eventualidad de que persistan las condiciones, más allá de junio, con el actual problema del Coronavirus, tendría entonces el liderazgo político que propiciar también un gran acuerdo, para reformar la constitución, y dar paso en el mismo agosto, casi encima del cambio de mando a celebrar las elecciones, siempre a juicio nuestro, aunque sea con estrecho margen dentro del periodo constitucional, antes del 16 de agosto.
Para Justicia y Transparencia, resulta oportuno, el desarrollar la iniciativa del cambio de fecha para las elecciones, dándole una mano a la JCE, la cual no dispone de la suficiente credibilidad para liderar la referida propuesta, hoy presentando un calendario y la impresión de 26 millones de boletas para unas elecciones, que ellos saben que es poco viable, pero lamentablemente dependientes de la voluntad de un liderazgo político, poco concierte de su rol y obligación cívica de intervenir, para economizarle al país, gastos y logística en un montaje eleccionario de ante mano fallido.
Finalmente, la FJT, calificó como poco prudente, la propuesta de un Senador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de reformar la constitución para celebrar elecciones en el 2021, ampliándose o extendiendo el periodo constitucional, lo cual resulta contrario al espíritu y esencia de la constitución, y de la propia democracia.