Hoy la RD vive una situación similar, donde el Gobierno califica sus funciones y obligaciones como una ayuda a la población.
Ya el pueblo esta edificado de sus derechos y deberes, de cual sería el destino de los impuestos que generamos ante las compras de artículos, pagos de servicios, etc. Pero también sabemos de los 150 MM de dólares que se tomaron prestados, de los 300 MM que recibe HELIDOSA proveniente de contratos, es decir, ya nos documentamos de las cosas que al Gobierno no le interesa que sepamos.
Luego del proceso extraño que se vivió el 6 de octubre del 2019 y la causa fallida de febrero 16, el pueblo se ha mostrado más atinado, interesado por el rumbo de su país, pero sobre todo vigilante ante cualquier situación irregular y con un gran deseo de cambio.
A partir de agosto 16 se perfila que los destinos del país estarán en manos de un hombre que en los últimos 12 años ha madurado bastante como político, pero lo más importante, ha madurado grandemente, como persona, quienes le conocen pueden definir perfectamente el antes y el después.
República Dominicana que, sin lugar a dudas, por la situación actual y el manejo temerario de estos últimos 8 años de gobierno del PLD está destinada a quedar con problemas serios de deudas, porque ya tiene una economía en cuidados intensivos, tendrá un nuevo mandatario con un nuevo tren gubernamental, quienes tendrán la obligación de hacerlo bien, porque hay una sociedad que estará vigilante de los procesos, lista para hacer críticas pertinentes y aplaudir las buenas acciones y ejecuciones que vayan en favor de levantar el desorden que impera, pero lo más importante es que todo el mundo sabe cuál es la situación en que dejará las finanzas del pueblo el Gobierno saliente encabezado por Danilo Medina.
El próximo cuatrienio traerá consigo nuevas esperanzas, encarnadas por los aires de cambios que propone Luis Abinader y la maquinaria de hombres y mujeres preparados para encaminar este país por mejores rumbos, aquellos que este pueblo ansía recorrer.