“El COVID-19 ha generado una situación de incertidumbre cuya intensidad supera la registrada con la Gran Recesión de 2008-2009. Los expertos proyectan que la magnitud de sus consecuencias en términos económicos resulta imposible de pronosticar con certeza razonable; pero eso sí, es lugar común anticipar que será la más grande caída económica desde 1945”, resaltó Montás en su más reciente articulo de opinión publicado en Hoy Digital.
“Actualmente, la crisis está aún en expansión y sin soluciones médicas a la vista. En esta circunstancia, la mayoría de los países han empezado a aflojar las medidas de distanciamiento social. El objetivo es volver a encender los motores de la economía. Resulta crucial en este momento evitar la emergencia de una segunda ola de la pandemia, cuyas consecuencias, se ha establecido, serían más catastróficas”, agregó.