Establecieron actividades para evitar que los niños, niñas y adolescentes se expongan a contenidos inadecuados para su edad, contactos con depredadores sexuales e incursión en cualquier actividad ilegal, en la que su reputación e integridad física y emocional se vea perjudicada por la publicación o divulgación de información personal sensible o delicada, y como resultado evitar la violencia en línea que estas situaciones pueden provocarles.
Dentro de las actividades se encuentran la difusión de campañas de concienciación y educación a través de las redes sociales, páginas web, y otros recursos que promuevan formas positivas y responsables de comportamientos en línea.
Estos esfuerzos van dirigidos a que los padres o tutores de niños, niñas y adolescentes tomen conciencia y puedan evitarles ser víctimas de los riesgos en línea y denunciar la explotación sexual infantil u otra acción relacionada con la violencia en línea.
Además, crear un entorno digital en línea más seguro para niños, niñas y jóvenes de todas las edades, recomendar, con base en los conocimientos adquiridos y a las mejores prácticas, los softwares, plataformas y contenidos que puedan ser utilizados en los programas y proyectos vinculados con el objetivo del acuerdo de colaboración, en caso de ser necesarios.
Asimismo, sensibilizar a todo el personal vinculado a cada una de las partes para incentivar el apoyo a los programas y proyectos desarrollados en el marco del acuerdo y colaborar.
Durante los últimos 25 años, el Internet y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han transformado de forma radical la manera en la que los niños y niñas interactúan en Internet para aprender, compartir y comunicarse y en ese accionar están expuestos a contenidos inadecuados para su edad, contactos inapropiados y posibles autores de abusos sexuales.
El acuerdo se estableció en el marco de la pasada celebración, en octubre, del Día Internacional de la Ciberseguridad, el proyecto WeProtect, y en lo establecido en las Directrices de Protección de la Infancia en Línea elaboradas por Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) y el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En dichas directrices se considera que las empresas de telecomunicaciones deben conceder máxima prioridad a la protección de los niños, la privacidad de los datos personales de los usuarios jóvenes, preservar su derecho a la libertad de expresión y establecer sistemas que eviten que estos derechos sean violados. Las empresas tienen la posibilidad, y la responsabilidad de armonizar sus prácticas con estas normas.