QUE POLITICA, SANTO DOMINGO.- El titular del Ministerio de Salud Pública, doctor Plutarco Arias, sostuvo un encuentro en la tarde de este miércoles con los incumbentes de las diferentes entidades del sector de tránsito y transporte del Estado dominicano, con el objetivo de afinar acciones para la puesta en ejecución del Protocolo COVID-19 por parte de esas instituciones.
En la reunión, celebrada en el despacho del ministro de Salud, participaron el titular de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), general de brigada Ramón Antonio Guzmán Peralta, P.N.; el director ejecutivo del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Rafael Arias; el director general de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, Radhamés González y el director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), ingeniero Rafael Santos Pérez.
Entre las medidas analizadas que serán ejecutadas por las instituciones y empresas de transporte público, se encuentra el ajuste del procedimiento de la limpieza y desinfección de los vehículos, de acuerdo con las instrucciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud, y el Ministerio de Salud Pública, respecto a la prevención del COVID-19.
Asimismo, el protocolo comprende la facilitación de geles desinfectantes y mascarillas para el uso de los empleados, incluyendo en las estaciones, tiendas y edificio de la terminal de los pasajeros, así como informar a los usuarios las medidas adoptadas por la empresa para mitigar el riesgo de los pasajeros.
De igual forma, las acciones medidas abarcan educar y capacitar a los empleados sobre las medidas de prevención, como el lavado de manos, evitar el contacto directo, cubrirse la boca y la nariz con la mascarilla cuando está en contacto con otras personas, protocolo de estornudo y formas de saludar.
Además, en las oficinas, tiendas y terminales de pasajeros, se dispondrá la limpieza frecuente de las superficies de los muebles y puertas, así como de los equipos de trabajo en las instalaciones. También se prevé el uso obligatorio de la mascarilla para todo el personal y la designación de supervisores que velen por el cumplimiento de las medidas de seguridad y el distanciamiento social.
En cuanto a los vehículos de transporte público, deberán ser limpiados y desinfectados cada vez que culmine un viaje, mediante la utilización de productos que cumplan con el protocolo del COVID-19, y se colocarán avisos en los vehículos sobre el lavado de manos y demás procedimientos de higiene y formas de saludo.
En este sentido, se limitará el uso de transporte público a una cantidad máxima de pasajeros, de acuerdo con las dimensiones del vehículo, a fin de cumplir con el distanciamiento físico entre las personas.
Con respecto a la situación de los pasajeros, las entidades del sector transporte deberán garantizar el uso obligatorio de mascarillas y el respeto del protocolo para estornudar por parte de los usuarios.
En caso de que cualquier pasajero incumpla con las medidas de seguridad, el conductor o cualquier pasajero, podrán notificar a las autoridades.
Ante la eventualidad de que un pasajero esté visiblemente enfermo con los síntomas del COVID-19, el conductor podrá optar por negarse a transportarlo. Sin embargo, las autoridades aclaran que no se permitirá la discriminación de pasajeros por ninguna condición u otro contenido en las políticas de las empresas de transporte público.
En la reunión, celebrada en el despacho del ministro de Salud, participaron el titular de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), general de brigada Ramón Antonio Guzmán Peralta, P.N.; el director ejecutivo del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Rafael Arias; el director general de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, Radhamés González y el director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), ingeniero Rafael Santos Pérez.
Entre las medidas analizadas que serán ejecutadas por las instituciones y empresas de transporte público, se encuentra el ajuste del procedimiento de la limpieza y desinfección de los vehículos, de acuerdo con las instrucciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud, y el Ministerio de Salud Pública, respecto a la prevención del COVID-19.
Asimismo, el protocolo comprende la facilitación de geles desinfectantes y mascarillas para el uso de los empleados, incluyendo en las estaciones, tiendas y edificio de la terminal de los pasajeros, así como informar a los usuarios las medidas adoptadas por la empresa para mitigar el riesgo de los pasajeros.
De igual forma, las acciones medidas abarcan educar y capacitar a los empleados sobre las medidas de prevención, como el lavado de manos, evitar el contacto directo, cubrirse la boca y la nariz con la mascarilla cuando está en contacto con otras personas, protocolo de estornudo y formas de saludar.
Además, en las oficinas, tiendas y terminales de pasajeros, se dispondrá la limpieza frecuente de las superficies de los muebles y puertas, así como de los equipos de trabajo en las instalaciones. También se prevé el uso obligatorio de la mascarilla para todo el personal y la designación de supervisores que velen por el cumplimiento de las medidas de seguridad y el distanciamiento social.
En cuanto a los vehículos de transporte público, deberán ser limpiados y desinfectados cada vez que culmine un viaje, mediante la utilización de productos que cumplan con el protocolo del COVID-19, y se colocarán avisos en los vehículos sobre el lavado de manos y demás procedimientos de higiene y formas de saludo.
En este sentido, se limitará el uso de transporte público a una cantidad máxima de pasajeros, de acuerdo con las dimensiones del vehículo, a fin de cumplir con el distanciamiento físico entre las personas.
Con respecto a la situación de los pasajeros, las entidades del sector transporte deberán garantizar el uso obligatorio de mascarillas y el respeto del protocolo para estornudar por parte de los usuarios.
En caso de que cualquier pasajero incumpla con las medidas de seguridad, el conductor o cualquier pasajero, podrán notificar a las autoridades.
Ante la eventualidad de que un pasajero esté visiblemente enfermo con los síntomas del COVID-19, el conductor podrá optar por negarse a transportarlo. Sin embargo, las autoridades aclaran que no se permitirá la discriminación de pasajeros por ninguna condición u otro contenido en las políticas de las empresas de transporte público.