QUE POLITICA, SANTO DOMINGO.- La Asociación de Bancos de Ahorro y Crédito y Corporaciones de Crédito (Abancord) apoyó la decisión del Gobierno de disponer de un fondo de RD$4,100 millones para financiar a las Mipymes y sugirió tomar en cuenta la experiencia del sector para la canalización de los créditos.
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La entidad que preside la señora Cristina De Castro, indicó que involucrar a la banca formal en el proceso ayudaría a bancarizar a las Mipymes, una alta proporción de las cuales subsiste con créditos informales que impiden su competitividad y desarrollo.
Abancord sostuvo que ese programa de apoyo a las Mipymes, sector que aporta la mayor parte de los empleos en la República Dominicana, puede ser más efectivo si se utiliza una metodología adecuada del análisis y la evaluación del microcrédito para ese segmento.
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“Es sumamente importante el acompañamiento para la consolidación y reactivación de los micro, pequeños y medianos negocios con sentido de inclusión y buscando su bancarización, lo cual les genera una cadena de formalidad conveniente a todas sus operaciones”, sostuvo Abancord.
La organización de los bancos de ahorro y crédito y corporaciones de crédito -con una amplia experiencia en microcrédito- enfatizó que se pone a disposición de las autoridades para dialogar y contribuir con el éxito del citado programa.
"Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), clientes de las microfinanzas, son muy vulnerables a una situación de crisis extrema, como la pandemia del virus COVID-19, debido a su limitado acceso a servicios de salud, agua e instalaciones sanitarias, pocos ahorros, bajos niveles de educación, entre otros temas, con su consecuente secuela de aumento del desempleo, disminución de ventas, cierre de negocios y pérdida de ingresos. Además, las medidas implementadas como prevención de propagación del virus constituyeron un factor de aceleración de estos efectos”, apuntó Abancord.
Resaltó que evaluar el impacto en las Mipymes es particularmente difícil, porque estas empresas son abundantes pero pequeñas en tamaño. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el 88.4% de la estructura empresarial de América Latina se constituye de microempresas, porcentaje que sube a 98% si se incluyen las pequeñas empresas; estas, a su vez, generan en conjunto el 47.1% de empleos. Abancord se refirió, además, a los datos del Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (CENPROMYPE) según los cuales las Mipymes aportan aproximadamente el 33% del Producto Interno Bruto (PIB). Asimismo, observó que la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) indicó que estas constituyen el 85% de la base productiva.
La entidad que preside la señora Cristina De Castro, indicó que involucrar a la banca formal en el proceso ayudaría a bancarizar a las Mipymes, una alta proporción de las cuales subsiste con créditos informales que impiden su competitividad y desarrollo.
Abancord sostuvo que ese programa de apoyo a las Mipymes, sector que aporta la mayor parte de los empleos en la República Dominicana, puede ser más efectivo si se utiliza una metodología adecuada del análisis y la evaluación del microcrédito para ese segmento.
“Es sumamente importante el acompañamiento para la consolidación y reactivación de los micro, pequeños y medianos negocios con sentido de inclusión y buscando su bancarización, lo cual les genera una cadena de formalidad conveniente a todas sus operaciones”, sostuvo Abancord.
La organización de los bancos de ahorro y crédito y corporaciones de crédito -con una amplia experiencia en microcrédito- enfatizó que se pone a disposición de las autoridades para dialogar y contribuir con el éxito del citado programa.
"Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), clientes de las microfinanzas, son muy vulnerables a una situación de crisis extrema, como la pandemia del virus COVID-19, debido a su limitado acceso a servicios de salud, agua e instalaciones sanitarias, pocos ahorros, bajos niveles de educación, entre otros temas, con su consecuente secuela de aumento del desempleo, disminución de ventas, cierre de negocios y pérdida de ingresos. Además, las medidas implementadas como prevención de propagación del virus constituyeron un factor de aceleración de estos efectos”, apuntó Abancord.
Resaltó que evaluar el impacto en las Mipymes es particularmente difícil, porque estas empresas son abundantes pero pequeñas en tamaño. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el 88.4% de la estructura empresarial de América Latina se constituye de microempresas, porcentaje que sube a 98% si se incluyen las pequeñas empresas; estas, a su vez, generan en conjunto el 47.1% de empleos. Abancord se refirió, además, a los datos del Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (CENPROMYPE) según los cuales las Mipymes aportan aproximadamente el 33% del Producto Interno Bruto (PIB). Asimismo, observó que la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) indicó que estas constituyen el 85% de la base productiva.