QUE POLITICA, SANTIAGO.- Con la llegada de Abel Martínez, al Ayuntamiento de Santiago, las quejas y denuncias por parte de la población y el debate en los medios de comunicación sobre la acumulación de basura en el municipio, hace cinco años quedaron en el pasado.
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A su llegada en el año 2016, Martínez encontró una ciudad arropada en basura y en un desorden generalizado con la apropiación ilegal de los espacios públicos por parte ciudadanos que instalaban negocios en las reatas, aceras y en las áreas verdes, en franca violación a las normas que rigen el municipio.
Más de dos mil vertederos fueron improvisados por los munícipes ante el incumplimiento de las autoridades de entonces, eran la carta de presentación de la segunda ciudad en importancia de nuestro país, que fue declarada en estado de emergencia sanitaria por el entrante Concejo de Regidores.
Minutos después de haberse juramentado como alcalde, Abel Martínez, salió a las calles a hacer frente al cúmulo de basura que arropaba la ciudad en su centro histórico, calles, avenidas, barrios, urbanizaciones y comunidades suburbanas de todo el municipio, labor que se ha mantenido de forma ininterrumpida.
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Al cabo de los primeros meses se comenzó a ver la transformación de la ciudad, con calles y avenidas limpias, señalizadas e iluminadas, el orden imponía el nuevo estilo de una gestión cargada de vocación y amor por su ciudad, inspirado en un gerente que pudo impregnar su energía a todo un equipo de hombres y mujeres desde el primer día.
Santiago de los Caballeros, recobró su esplendor y pasó a ocupar el espacio que había perdido durante los últimos veinte años, la ciudad recuperó sus parques abandonados, sus mercados hoy lucen limpios y ordenados y sus cementerios son espacios dignos y seguros para el descanso eterno de nuestros difuntos.
Entre otras conquistas que también son parte de la limpieza del municipio de Santiago, que produce unas mil toneladas de basura diariamente, se destaca la apertura de la primera planta de reciclaje en todo el país, además del cumplimiento estricto con los pagos a las empresas recolectoras de los desechos sólidos, las constantes quejas por deudas acumuladas con dichas empresas, también forman parte del pasado.
Santiago se ha convertido en un referente de limpieza y orden en todo el territorio nacional, un modelo de gestión dentro de un ejercicio transparente, dando fiel cumplimiento a las leyes que rigen la administración municipal.
A su llegada en el año 2016, Martínez encontró una ciudad arropada en basura y en un desorden generalizado con la apropiación ilegal de los espacios públicos por parte ciudadanos que instalaban negocios en las reatas, aceras y en las áreas verdes, en franca violación a las normas que rigen el municipio.
Más de dos mil vertederos fueron improvisados por los munícipes ante el incumplimiento de las autoridades de entonces, eran la carta de presentación de la segunda ciudad en importancia de nuestro país, que fue declarada en estado de emergencia sanitaria por el entrante Concejo de Regidores.
Minutos después de haberse juramentado como alcalde, Abel Martínez, salió a las calles a hacer frente al cúmulo de basura que arropaba la ciudad en su centro histórico, calles, avenidas, barrios, urbanizaciones y comunidades suburbanas de todo el municipio, labor que se ha mantenido de forma ininterrumpida.
Al cabo de los primeros meses se comenzó a ver la transformación de la ciudad, con calles y avenidas limpias, señalizadas e iluminadas, el orden imponía el nuevo estilo de una gestión cargada de vocación y amor por su ciudad, inspirado en un gerente que pudo impregnar su energía a todo un equipo de hombres y mujeres desde el primer día.
Santiago de los Caballeros, recobró su esplendor y pasó a ocupar el espacio que había perdido durante los últimos veinte años, la ciudad recuperó sus parques abandonados, sus mercados hoy lucen limpios y ordenados y sus cementerios son espacios dignos y seguros para el descanso eterno de nuestros difuntos.
Entre otras conquistas que también son parte de la limpieza del municipio de Santiago, que produce unas mil toneladas de basura diariamente, se destaca la apertura de la primera planta de reciclaje en todo el país, además del cumplimiento estricto con los pagos a las empresas recolectoras de los desechos sólidos, las constantes quejas por deudas acumuladas con dichas empresas, también forman parte del pasado.
Santiago se ha convertido en un referente de limpieza y orden en todo el territorio nacional, un modelo de gestión dentro de un ejercicio transparente, dando fiel cumplimiento a las leyes que rigen la administración municipal.