QUE POLITICA, SANTO DOMINGO.- Con el objetivo de garantizar el uso eficiente y el manejo adecuado de los recursos del Estado, el Gobierno dominicano implementa una serie de medidas administrativas que promueven la racionalización, el ahorro y la conducción prudente del gasto público.
Gracias a las medidas de austeridad dispuestas por el presidente Luis Abinader, durante los primeros siete meses de este año se han logrado notorias reducciones en partidas no prioritarias, las cuales han permitido el cumplimiento de parte de las extraordinarias demandas de gastos que ha supuesto la coyuntura actual provocada por la pandemia del COVID-19 sin la necesidad de incurrir en un mayor endeudamiento al pautado.
Las cifras más recientes de disminución de gastos en partidas no prioritarias muestran los pasos agigantados que se están forjando en materia administrativa. En términos interanuales, se ha alcanzado importantes reducciones en la ejecución en publicidad y propaganda (-66.5 %), arrendamientos y alquileres (-55.0 %), viáticos (-39.7 %), dietas y gastos de representación en el exterior (-35.4 %), remuneraciones al personal de servicios especiales (-33.3 %) y servicios de organizaciones de eventos (-29.1 %).
Estos ajustes han facilitado eficientizar el uso de los recursos y destinarlos al cumplimiento de las prioridades nacionales que demanda el momento actual. Todo esto en consonancia con el Decreto 396-21, que instruye a la Administración Pública a realizar gastos sobrios que permitan cerrar las brechas de dispendio y generar mayor control y optimización de los recursos públicos.
Los resultados, además, evidencian el marcado interés de esta gestión en hacer un uso correcto y transparente de las finanzas públicas, priorizando el bienestar social y creando las condiciones que promuevan el desarrollo y crecimiento sostenido del país.
Gracias a las medidas de austeridad dispuestas por el presidente Luis Abinader, durante los primeros siete meses de este año se han logrado notorias reducciones en partidas no prioritarias, las cuales han permitido el cumplimiento de parte de las extraordinarias demandas de gastos que ha supuesto la coyuntura actual provocada por la pandemia del COVID-19 sin la necesidad de incurrir en un mayor endeudamiento al pautado.
Las cifras más recientes de disminución de gastos en partidas no prioritarias muestran los pasos agigantados que se están forjando en materia administrativa. En términos interanuales, se ha alcanzado importantes reducciones en la ejecución en publicidad y propaganda (-66.5 %), arrendamientos y alquileres (-55.0 %), viáticos (-39.7 %), dietas y gastos de representación en el exterior (-35.4 %), remuneraciones al personal de servicios especiales (-33.3 %) y servicios de organizaciones de eventos (-29.1 %).
Estos ajustes han facilitado eficientizar el uso de los recursos y destinarlos al cumplimiento de las prioridades nacionales que demanda el momento actual. Todo esto en consonancia con el Decreto 396-21, que instruye a la Administración Pública a realizar gastos sobrios que permitan cerrar las brechas de dispendio y generar mayor control y optimización de los recursos públicos.
Los resultados, además, evidencian el marcado interés de esta gestión en hacer un uso correcto y transparente de las finanzas públicas, priorizando el bienestar social y creando las condiciones que promuevan el desarrollo y crecimiento sostenido del país.