QUE POLITICA, SANTO DOMINGO.- El experto en políticas agroalimentarias y desarrollo rural, Richard Peralta Decamps, alertó hoy sobre el incremento inusitado en las importaciones de productos de origen agropecuario que viene experimentando el país desde septiembre de 2020.
Señaló que en los últimos 12 meses (septiembre 2020 - agosto 2021), las importaciones agropecuarias reflejan un incremento de 720 millones de dólares en comparación con el mismo período del ciclo anterior, lo que representa un aumento del 23.3%.
Refirió que las importaciones agropecuarias aumentaron de 3,088 millones de dólares en el período 2019-2020, a 3,808 millones en 2020-2021, según las estadísticas ofrecidas por la Dirección General de Aduanas (DGA), lo que representa un nivel de incremento evidentemente inusual, aun cuando se le compara con el período prepandemia.
Peralta, manifestó que ese incremento alarmante de las importaciones no solo afecta a los productores nacionales, sino que representa una profundización del saldo negativo de comercio exterior de productos agropecuarios, contribuyendo a ampliar el déficit de la cuenta corriente de la balanza comercial y a debilitar los indicadores de soberanía alimentaria de la República Dominicana.
Continuó diciendo, que ese fenómeno es sensiblemente nocivo para la estabilidad macroeconómica del país, ya que se expresará en un incremento muy significativo del déficit de comercio exterior de productos agropecuarios, renglón donde la República Dominicana solo es superada por Venezuela y El Salvador en toda la región de América Latina.
Dijo que de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC), solo en 2019 la República Dominicana mostró un saldo comercial negativo de productos agropecuarios ascendente a -1,081 millones de dólares.
Puntualizó, que de continuar este ritmo descontrolado, las importaciones agropecuarias del país podrían terminar el año fiscal 2021, sobre los 4,500 millones de dólares, tomando en cuenta que históricamente el 45% de las importaciones se realiza en el último cuatrimestre del año; lo que significaría un crecimiento exponencial de las importaciones agropecuarias de un 52%, con todas las consecuencias negativas que eso conlleva en el plano de la autosuficiencia alimentaria, la estabilidad macroeconómica y la competencia comercial desigual con los productos nacionales.
Al referirse a las causas que explican ese comportamiento, indicó que hay una suma de factores. Por un lado, tenemos renglones como los aceites vegetales, donde el incremento es atribuible cabalmente a las alzas de los precios internacionales; pero, por otro lado, hay renglones como la leche, los productos lácteos, los pescados y el tabaco, donde los incrementos en los valores son el reflejo de los aumentos en las cantidades importadas. En otros rubros, como los cereales y las carnes, las causas radican en el incremento combinado de los precios unitarios y las cantidades importadas.
Finalmente, Peralta, exhortó a las autoridades a apresurarse en la adopción de medidas que permitan revertir ese fenómeno y mitigar los efectos nocivos que irradia en múltiples esferas del desarrollo nacional.
Además recordó, que los sectores productivos locales deben prepararse para el impacto que conllevará la eliminación de los aranceles de importación a productos originarios de Estados Unidos a partir de enero de 2025, en rubros sensibles como la carne de pollo, el arroz, la leche, el queso, los frijoles y la cebolla, como consecuencia de la aplicación de los compromisos de desmonte pactados en el DR-CAFTA.
Refirió que las importaciones agropecuarias aumentaron de 3,088 millones de dólares en el período 2019-2020, a 3,808 millones en 2020-2021, según las estadísticas ofrecidas por la Dirección General de Aduanas (DGA), lo que representa un nivel de incremento evidentemente inusual, aun cuando se le compara con el período prepandemia.
Peralta, manifestó que ese incremento alarmante de las importaciones no solo afecta a los productores nacionales, sino que representa una profundización del saldo negativo de comercio exterior de productos agropecuarios, contribuyendo a ampliar el déficit de la cuenta corriente de la balanza comercial y a debilitar los indicadores de soberanía alimentaria de la República Dominicana.
Continuó diciendo, que ese fenómeno es sensiblemente nocivo para la estabilidad macroeconómica del país, ya que se expresará en un incremento muy significativo del déficit de comercio exterior de productos agropecuarios, renglón donde la República Dominicana solo es superada por Venezuela y El Salvador en toda la región de América Latina.
Dijo que de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC), solo en 2019 la República Dominicana mostró un saldo comercial negativo de productos agropecuarios ascendente a -1,081 millones de dólares.
Puntualizó, que de continuar este ritmo descontrolado, las importaciones agropecuarias del país podrían terminar el año fiscal 2021, sobre los 4,500 millones de dólares, tomando en cuenta que históricamente el 45% de las importaciones se realiza en el último cuatrimestre del año; lo que significaría un crecimiento exponencial de las importaciones agropecuarias de un 52%, con todas las consecuencias negativas que eso conlleva en el plano de la autosuficiencia alimentaria, la estabilidad macroeconómica y la competencia comercial desigual con los productos nacionales.
Al referirse a las causas que explican ese comportamiento, indicó que hay una suma de factores. Por un lado, tenemos renglones como los aceites vegetales, donde el incremento es atribuible cabalmente a las alzas de los precios internacionales; pero, por otro lado, hay renglones como la leche, los productos lácteos, los pescados y el tabaco, donde los incrementos en los valores son el reflejo de los aumentos en las cantidades importadas. En otros rubros, como los cereales y las carnes, las causas radican en el incremento combinado de los precios unitarios y las cantidades importadas.
Finalmente, Peralta, exhortó a las autoridades a apresurarse en la adopción de medidas que permitan revertir ese fenómeno y mitigar los efectos nocivos que irradia en múltiples esferas del desarrollo nacional.
Además recordó, que los sectores productivos locales deben prepararse para el impacto que conllevará la eliminación de los aranceles de importación a productos originarios de Estados Unidos a partir de enero de 2025, en rubros sensibles como la carne de pollo, el arroz, la leche, el queso, los frijoles y la cebolla, como consecuencia de la aplicación de los compromisos de desmonte pactados en el DR-CAFTA.