“Alguien ha señalado que el problema de Haití se explica por el hecho de que cuando se juntan tres haitianos aparecen seis posiciones distintas. Por eso ha sido difícil lograr gobernabilidad en ese país”, refiere Montás en un escrito que titula a modo de interrogante: ¿Pueden los haitianos crear un entorno seguro y estable en el que pueda desarrollarse un proceso político?
Con datos el dirigente político dominicano hace referencia al clima de inestabilidad que ha caracterizado el país que ocupa la parte occidental de la isla Española: “Ha habido 19 presidentes (un presidente cada 1.8 años) y cuatro golpes de estado, situación que ha hecho imposible desarrollar instituciones y políticas públicas de largo plazo. Los resultados están a la vista. Entre 2010 y 2019 la economía haitiana creció menos de un 1% (este crecimiento está por debajo de la tasa de crecimiento de la población) y la producción per cápita en dólares corrientes era en 2019 prácticamente igual a la de 2010, evidencia de un país estancado. Más del 58% de la población vive por debajo del umbral nacional de pobreza según el Informe de Desarrollo Humano del PNUD, que, además, lo ubica como el país de América Latina con el menor índice de Desarrollo humano, con una esperanza de vida al nacer de 64 años”.
El artículo se publica en Vanguardia del Pueblo, órgano escrito del Partido de la Liberación Dominicana y en el portal La Propuesta Digital en el que Montás asegura que en los actuales momentos “Haití vive en una situación de ingobernabilidad crítica”
Concluye que el propósito de la comunidad internacional del lograr en Haití, a través de la MINUSTAH, un entorno seguro y estable en el que se pudiera desarrollar un proceso político, fortalecer las instituciones del Gobierno, apoyar la constitución de un Estado de derecho, y promover y proteger los derechos humanos, no se ha podido lograr.
Considera que la expresión más concreta de esta lamentable situación son las bandas armadas que controlan partes importantes del territorio haitiano que lleva a Temistocles Montás a cerrar su escrito con la interrogante: es posible todavía crear en ese país un entorno seguro y estable en el que pueda desarrollarse un proceso político, desarrollar y fortalecer instituciones, crear un Estado de derecho y promover los derechos humanos? Y de inmediato lo que se intuye como respuesta: “Vista la experiencia histórica, resulta difícil responder esa pregunta”