Indicaron que esta decisión no se sostiene toda vez que no ha sido decretado un nuevo estado de emergencia por efecto de la pandemia de la Covid-19 y habiendo el Presidente de la República, el ministro de Salud Pública y los diversos expertos en salud a nivel mundial, indicado que, a pesar del auge de los contagios generados por la variante Omicron, se debe continuar en normalidad en todas las actividades.
“Las universidades dominicanas están demostrando tener muy poco interés en formar profesionales de calidad y demasiado ánimo de lucro a expensas de la familia dominicana, pues a pesar de la virtualidad, mantienen las mismas tarifas de matrícula como si estuviesen ofreciendo clases presenciales”, expresaron en un comunicado.
Enfatizaron que las universidades se han ceñido a la enseñanza virtual desde que estalló la pandemia y lo que fuera considerado en ese momento como una buena medida en pro del estudiantado, ha degenerado en una pesadilla para los mismos, pues éstos han sido sometidos a un excesivo estrés estudiantil que ha aumentado la deserción universitaria en más de un treinta por ciento, según las propias palabras del ministro Franklin García Fermín.
“Y lo peor, ha provocado una gran ola de afecciones de salud mental, depresión, ansiedad, déficit de atención, falta de motivación, causadas en gran parte a la falta de socialización a la que se somete a los estudiantes en la modalidad virtual y por la bochornosa falta de empatía y vocación que se observa en algunos estudiantes y docentes quienes, en muchos casos, ni siquiera encienden sus cámaras para que puedan familiarizarse con sus rostros y gestos humanos básicos”, agregaron.
Indica Diario Libre que el Comité exigió a las universidades abrir las clases 100% presenciales sin distinción entre teóricas y practicas por el bienestar de los estudiantes y el futuro del país.
“Es un absurdo ver las aulas universitarias cerradas para los estudiantes, mientras los bares, cines, playas, conciertos, hoteles, estadios y plazas están repletos de los mismos a todas horas, como si hubiese menos posibilidad de mantener el protocolo sanitario de control en los centros académicos que en dichos centros de diversión”, indicaron.
El comunicado firmado por Ángela María Cruz De Bergaglio, Elsa María González de González y Soraya Lockward de Sosa, se quejaron de que las universidades dominicanas, lejos de ser consideradas hoy como entes promotores del desarrollo social, intelectual y humano, han pasado al rango de grupos interesados en el aumento de la vagancia, el atraso cultural, la deshumanización y la generación de recursos económicos con el mínimo esfuerzo.