Qué Política, Santo Domingo.- Haya sido en “tono irónico” o no, las declaraciones del senador de la provincia Santiago Rodríguez, Antonio Marte, volvieron a colocar en contexto una realidad que desde el Senado de la República viven hace varios años.
Ni los senadores, ni los cientos de empleados tienen un lugar establecido para comer, ante la ausencia de un comedor.
No obstante, y en contraste con lo dicho por Antonio Marte, el Senado destina en su presupuesto anual unos 50 millones de pesos solo en alimentación.
Cuando el reloj marca las 12:00 del mediodía, y si el Senado se encuentra en labores, por sus pasillos se puede observar cómo varios carritos transportan bolsas llenas que en su interior tienen platos de comida para una parte del personal de esa institución.
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