Todo parece indicar que, los que ayer marcharon de verde, cambiaron al azul por entender que su color inicial ya no tiene la credibilidad esperada en estos momentos.
Se les olvida que la fiebre no está en las sabanas. No es una cuestión de colores, es un asunto de la falta de confiabilidad de personas que dijeron asumir una supuesta lucha contra la corrupción y la impunidad y resultaron ser ariete para sacar a un partido del poder para que llegara otro.
Al menos en dos cosas han sido constantes. Solo marchan contra la corrupción del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y solo aceptan en las mismas a miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Las caras azules fueron las mismas verdes. Ayer criticaban al PLD en el poder y hoy lo hacen con ese partido en la oposición.
Algo bueno salió de todo esto. Ahora los “activistas” no guardan las formas; el azul elegido tiene mucha similitud con el color del PRM, su principal aliado.
Por Yeison Mateo