Qué Política, Santo Domingo.- El abogado y consultor especializado en
el sector eléctrico Juan Tomás García Díaz afirmó que actualmente los 280
megavatios instalados en paneles solares deberían estar pagando a las
empresas distribuidoras de electricidad alrededor de US$97 millones al año
por utilizar su infraestructura como batería para el almacenamiento de la
energía en momentos de baja radiación solar.
Durante su
participación en el programa El Día, García Díaz favoreció el continuo
fomento de las
energías renovables, las cuales están experimentando un crecimiento en el país. Sin embargo,
enfatizó la importancia de establecer normativas claras y equilibradas para
los agentes que participan en el mercado eléctrico.
El experto
destacó que los privilegios otorgados al negocio de los paneles solares son
casi irritantes, ya que gozan de tasa cero de importación, se venden exentos
del 18% de ITBIS y permiten deducir el 40% del Impuesto sobre la Renta
(ISR). Además, no pagan lo que corresponde a las empresas distribuidoras de
electricidad (EDEs), que demandan un subsidio de US$1,800 millones. Lo
describió como un negocio subterráneo al que no se le exige un cumplimiento
justo de su administración.
García Díaz señaló que si se
calculan los 10 años de paneles instalados que no han pagado por el servicio
de potencia, se estaría hablando de una suma de US$970 millones que las EDEs
dejaron de percibir, agravando sus problemas de equilibrio financiero.
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El
experto afirmó que ha seguido de cerca las denuncias públicas de los
instaladores de paneles en la zona Este y considera que lo que ocurre allí
es un enfrentamiento entre dos negocios y no un bloqueo al desarrollo de las
energías renovables, especialmente la solar fotovoltaica.
"Las
redes son propiedad de las empresas distribuidoras y para inyectar un
producto en esas redes es necesario negociar con ellas, ya que estas
compañías necesitan repartir sus costos y obtener beneficios", resaltó el
especialista.
García Díaz desestimó la afirmación de los
instaladores de paneles solares de que inyectan energía barata a las redes
de las distribuidoras, indicando que en realidad se trata de una de las
formas más costosas de energía en el sistema. Explicó que el precio de la
energía varía a lo largo del día y que la inyecta en el momento en que es
más barata para luego consumirla en el momento más caro, que generalmente es
durante la noche. Según él, es un trueque en el que las EDEs salen
perdiendo.
El experto también mencionó que la diferencia de
precios entre la energía comercializada durante el día y la consumida
durante la noche es de aproximadamente el 50%. Añadió que se pueden resolver
las diferencias entre los instaladores de paneles solares y las empresas
distribuidoras de electricidad mediante una buena normativa y la
intervención activa del regulador.