El rey Carlos III de Inglaterra disputa una lucha con
su hermano, el príncipe Andrés, para que abandone la casa real de Royal Lodge
en Windsor Great Park, la cual está
destinada por la corona para William, el futuro heredero al trono y actual
príncipe de Gales.
Sin embargo, no está bajo la competencia del monarca sacar a su hermano de la residencia, debido a que Andrés tiene un contrato con el Crown Estate que lo habilita a vivir por varias décadas en ese lugar.
La casa catalogada de Grado II en Windsor Great Park ha sido el hogar del príncipe durante dos décadas y, según los informes, ahora está destinada al príncipe y la princesa de Gales.
De acuerdo con un reporte del medio local Daily Mirror, Andrés tiene un contrato de arrendamiento a largo plazo de 30 millones de libras esterlinas, para vivir en la residencia real, la cual habita con su ex esposa Sarah Ferguson.
“El contrato de arrendamiento está a nombre del duque, por lo que nadie puede quitárselo”, aseguró un amigo cercano del príncipe al medio británico.
“Nunca se ha sugerido que se lo puedan quitar. Es un contrato de arrendamiento a largo plazo con 80 a 90 años restantes. Este es un contrato de arrendamiento entre él y Crown Estate”, agregó.
Indica Infobae que este acuerdo del príncipe con Crown Estate, deja por fuera al rey Carlos III en la toma decisiones para lograr que su hermano abandone la casa y pueda ser finalmente habitada por su hijo, nuera y nietos.
Por lo que, aparentemente, la única persona que podría intervenir en este acuerdo es el canciller de Hacienda del Reino Unido. En esta oportunidad sería Jeremy Hunt.
Sin embargo, no está bajo la competencia del monarca sacar a su hermano de la residencia, debido a que Andrés tiene un contrato con el Crown Estate que lo habilita a vivir por varias décadas en ese lugar.
La casa catalogada de Grado II en Windsor Great Park ha sido el hogar del príncipe durante dos décadas y, según los informes, ahora está destinada al príncipe y la princesa de Gales.
De acuerdo con un reporte del medio local Daily Mirror, Andrés tiene un contrato de arrendamiento a largo plazo de 30 millones de libras esterlinas, para vivir en la residencia real, la cual habita con su ex esposa Sarah Ferguson.
“El contrato de arrendamiento está a nombre del duque, por lo que nadie puede quitárselo”, aseguró un amigo cercano del príncipe al medio británico.
“Nunca se ha sugerido que se lo puedan quitar. Es un contrato de arrendamiento a largo plazo con 80 a 90 años restantes. Este es un contrato de arrendamiento entre él y Crown Estate”, agregó.
Indica Infobae que este acuerdo del príncipe con Crown Estate, deja por fuera al rey Carlos III en la toma decisiones para lograr que su hermano abandone la casa y pueda ser finalmente habitada por su hijo, nuera y nietos.
Por lo que, aparentemente, la única persona que podría intervenir en este acuerdo es el canciller de Hacienda del Reino Unido. En esta oportunidad sería Jeremy Hunt.