Así lo informó el titular de la institución, Franklin García Fermín, luego de participar en la "Conferencia Regional sobre Sargazo: Convertir el Sargazo en una oportunidad".
"En el caso de la República Dominicana, el sargazo empieza a aparecer como un tema que concita el interés del aparato nacional de investigación científica desde hace varios años. Para abordar este desafío, el MESCYT, a través del Viceministerio de Ciencia y Tecnología, ha apoyado diversos proyectos de investigación enfocados en estudiar el problema y darle solución, aparte del millón de dólares que anunciara el presidente Luis Abinader para apoyar investigaciones universitarias sobre el tema”, señaló.
En ese mismo orden, resaltó que los proyectos buscan mitigar el impacto de esta problemática y encontrar soluciones innovadoras para su aprovechamiento económico.
Explicó, asimismo, que la entrada anual de sargazo a las costas dominicanas es un tema de preocupación para el Gobierno y para el Sistema Nacional de Ciencia, debido a su trascendente impacto negativo para el desarrollo sostenible del país.
"El sargazo afecta nuestra economía porque, llena de ácido las aguas y produce grandes daños a la Industria Turística y el comercio que se desarrolla en nuestras hermosas playas, provocando una menor afluencia de bañistas”, señaló García Fermín.
El funcionario indicó que este fenómeno proviene de los efectos que genera el cambio climático de los últimos años.
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García Fermín explicó que dentro de los proyectos financiados se encuentran estudios sobre la geomorfología de las playas (estudio de las formas de la superficie terrestre), mejoramiento de la fertilidad del suelo, producción de forrajes y alimentación animal, producción de carbón activado, evaluación de tecnologías, entre otros, con un enfoque investigativo enfocado en soluciones innovadoras para nuevos usos del sargazo y la reducción del impacto en nuestra isla.
Estos proyectos permiten conocer, abordar el fenómeno, evaluar su impacto en el país, desarrollar soluciones efectivas y fomentar la cooperación entre diferentes actores, de modo que se garantice la sostenibilidad del turismo desde una perspectiva científica.