El líder de Rusia,
Vladimir Putin, dijo este martes que la financiación del
Grupo Wagner, un ejército privado de mercenarios ilegal según la legislación rusa y
que se rebeló contra la cúpula militar el pasado fin de semana, corría
plenamente a cargo del presupuesto estatal, y que en un año el fisco les
transfirió más de mil millones de dólares.
"El mantenimiento
del Grupo Wagner corría plenamente a cargo del Estado, del Ministerio de
Defensa y las arcas estatales", dijo Putin en una reunión con militares
rusos en el Kremlin. "Nosotros financiamos completamente ese grupo",
insistió. "Espero que nadie haya robado nada o haya robado poco. Pero, sin
duda, nos vamos a ocupar de eso", aseguró, insinuando una investigación
sobre el uso del dinero público por parte de los mercenarios.
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Putin precisó que solo "entre mayo de 2022 y mayo de 2023, el
Estado asignó 86.000 millones de rublos (unos 1.014 millones de dólares)
para el mantenimiento del Grupo Wagner". Mientras, el dueño de la compañía
Concord y jefe de Wagner,
Yevgueni Prigozhin, ganó en un año 80.000 millones de rublos (unos 945 millones de dólares)
por el suministro de alimentos al Ejército ruso, señaló.
Evitaron guerra civil
Detalla
DW que Putin también aplaudió al Ejército ruso que, según él, impidió una
"guerra civil" durante la rebelión del grupo paramilitar, a pesar de que
los mercenarios llegaron a 200 kilómetros de Moscú y volvieron a sus bases
por orden de su jefe y prácticamente sin encontrar resistencia, salvo por
unos helicópteros que intentaron frenar el avance de la columna de
vehículos.
"Ustedes se opusieron a estos disturbios, cuyo
resultado habría sido inevitablemente el caos", destacó Putin durante una
ceremonia ante militares en Moscú. "En la práctica, evitaron una guerra
civil", agregó. Con semblante serio y la cabeza gacha, el dirigente ruso
pidió un minuto de silencio por los pilotos del ejército abatidos durante
el motín "cumpliendo con honor su deber".