La Policía llevó a cabo una investigación sobre denuncias de comisarías chinas no oficiales que operaban en territorio británico para seguir supuestamente de cerca y hostigar a las comunidades de la diáspora y, en algunos casos, para obligar a las personas a regresar a China fuera de los canales legítimos.
El Foreign Office ha comunicado a la Embajada de China que "cualquier función relacionada con tales comisarías en el Reino Unido es inaceptable y no deben operar de ninguna forma. La Embajada de China respondió posteriormente que todas esas comisarías fueron cerradas en forma permanente", indica Tugendhat en una declaración por escrito remitida al Parlamento.
En la notificación del secretario de Estado se indica que investigaciones de la organización no gubernamental "Safeguard Defenders" revelaron que había tres comisarías chinas en el Reino Unido, en Croydon y Hendon (ambas en Londres) y en Glasgow (Escocia), pero que había denuncias de una cuarta, en Belfast.
"Estas comisarías se establecieron sin nuestro permiso y su presencia, independientemente de cualquier actividad administrativa de bajo nivel que estuvieran realizando, habrá preocupado e intimidado a quienes abandonaron China en busca de seguridad y libertad aquí en el Reino Unido", agrega la nota del secretario de Estado.
Las autoridades chinas critican regularmente a otros países por lo que consideran una injerencia en sus asuntos internos, pero "se sintieron capaces de abrir sitios no atribuidos sin consultar al Gobierno del Reino Unido", indica Tugendhat.
Indica DW que una situación similar fue denunciada recientemente en Estados Unidos y otros países, incluida Alemania.