El presidente de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana,
Janel Andrés Ramírez, no se siente como el titular de esa entidad, ya que los empleados hacen
caso omiso a sus mandatos por entender que no es la máxima autoridad, y que el
pleno de ese organismo está por encima de sus decisiones, algo que calificó de
insólito.
Al ser entrevistado por diputados de la Comisión Especial que investigó a la Cámara de Cuentas, Ramírez sostuvo que si daba una orden, los empleados no la cumplían por entender que no serían despedidos si contaban con el apoyo de las tres mujeres del pleno: Elsa María Catano, vicepresidente del organismo; Tomasina Tolentino, secretaria del pleno; y Elsa Peña Peña, miembro del pleno.
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Ramírez ante los diputados se quejó que en otros organismos como la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aunque el claustro es la máxima autoridad, el rector es reconocido como la figura máxima de esa casa de estudio, contrario a lo que ocurre en la Cámara de Cuentas del país.
“Es tal que recientemente hubo una actividad de ética y cuando se le pedía a los colaboradores que pasaran a la silla de adelante hacían caso omiso, porque entendían que aunque yo fuera el presidente si las tres estaban en una misma línea (Catano, Tolentino y Peña), y tenían la protección de ellas no podían pasar nada, eso es drástico”, dijo Ramírez a los diputados.
En el interrogatorio con los diputados, el funcionario también aclaró la entrevista en la que dijo que muchos informes dentro de la Cámara de Cuentas se firmaban de manera ilegal, y aclaró que habló en sentido figurado, ya que muchos se firmaban fuera de los 10 días establecidos por la ley.
Sobre la pregunta de si podría haber un advenimiento entre los miembros del pleno para cumplir con el mandato de la Constitución, Janel Andrés Ramírez dijo que sí, pero que sería imprescindible que el mismo venga del acompañamiento de personas preparadas para solucionar conflictos y generar el cumplimiento de lo que establece la ley.
Dijo que duró dos años callado, esperando y tratando, buscando consultas y apoyos de personas de la iglesia y de todos los sectores, ya que si las cosas siguen como van, la Cámara de Cuentas debería estar cerrada.
“Se necesita y por eso aquí hay personas que en algunos momentos yo le pedía vayan allá a la cámara, visítenos para que vea las cosas que están sucediendo, para que vean los planes”, expresó Ramírez.
La comisión de diputados designada para investigar la situación interna en la Cámara de Cuentas recomendó el pasado mes, tras concluir su trabajo, que se someta a juicio político a los miembros de ese órgano fiscalizador por supuestas faltas graves en el ejercicio de sus funciones.
El informe será remitido al pleno de la Cámara de Diputados, que decidirá si procede el juicio contra el presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez; la vicepresidente, Elsa María Catano; a la integrante de la Secretaría Tomasina Tolentino y a los miembros del órgano Mario Arturo Fernández y Elsa Peña Peña.
Señala N Digital que la investigación de los diputados surgió después de que Ramírez dijera ser un preso de confianza del pleno de ese órgano fiscalizador, a la vez que acusó a sus compañeros de tomar decisiones sin consultarle.
Al ser entrevistado por diputados de la Comisión Especial que investigó a la Cámara de Cuentas, Ramírez sostuvo que si daba una orden, los empleados no la cumplían por entender que no serían despedidos si contaban con el apoyo de las tres mujeres del pleno: Elsa María Catano, vicepresidente del organismo; Tomasina Tolentino, secretaria del pleno; y Elsa Peña Peña, miembro del pleno.
Ramírez ante los diputados se quejó que en otros organismos como la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aunque el claustro es la máxima autoridad, el rector es reconocido como la figura máxima de esa casa de estudio, contrario a lo que ocurre en la Cámara de Cuentas del país.
“Es tal que recientemente hubo una actividad de ética y cuando se le pedía a los colaboradores que pasaran a la silla de adelante hacían caso omiso, porque entendían que aunque yo fuera el presidente si las tres estaban en una misma línea (Catano, Tolentino y Peña), y tenían la protección de ellas no podían pasar nada, eso es drástico”, dijo Ramírez a los diputados.
En el interrogatorio con los diputados, el funcionario también aclaró la entrevista en la que dijo que muchos informes dentro de la Cámara de Cuentas se firmaban de manera ilegal, y aclaró que habló en sentido figurado, ya que muchos se firmaban fuera de los 10 días establecidos por la ley.
Sobre la pregunta de si podría haber un advenimiento entre los miembros del pleno para cumplir con el mandato de la Constitución, Janel Andrés Ramírez dijo que sí, pero que sería imprescindible que el mismo venga del acompañamiento de personas preparadas para solucionar conflictos y generar el cumplimiento de lo que establece la ley.
Dijo que duró dos años callado, esperando y tratando, buscando consultas y apoyos de personas de la iglesia y de todos los sectores, ya que si las cosas siguen como van, la Cámara de Cuentas debería estar cerrada.
“Se necesita y por eso aquí hay personas que en algunos momentos yo le pedía vayan allá a la cámara, visítenos para que vea las cosas que están sucediendo, para que vean los planes”, expresó Ramírez.
La comisión de diputados designada para investigar la situación interna en la Cámara de Cuentas recomendó el pasado mes, tras concluir su trabajo, que se someta a juicio político a los miembros de ese órgano fiscalizador por supuestas faltas graves en el ejercicio de sus funciones.
El informe será remitido al pleno de la Cámara de Diputados, que decidirá si procede el juicio contra el presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez; la vicepresidente, Elsa María Catano; a la integrante de la Secretaría Tomasina Tolentino y a los miembros del órgano Mario Arturo Fernández y Elsa Peña Peña.
Señala N Digital que la investigación de los diputados surgió después de que Ramírez dijera ser un preso de confianza del pleno de ese órgano fiscalizador, a la vez que acusó a sus compañeros de tomar decisiones sin consultarle.