Rodríguez Restituyo expresó su preocupación durante la entrevista, afirmando que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha actuado con una “irresponsabilidad mayúscula” al otorgar la autorización para la instalación de la barcaza, a pesar de contar con un informe que claramente establece la inviabilidad del proyecto.
El diputado también hizo hincapié en la falta de cooperación del ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, quien no ha respondido a múltiples invitaciones para comparecer ante la comisión de diputados. Según Rodríguez Restituyo, en la última carta de invitación se advirtió al ministro que su incomparecencia en la próxima reunión podría dar lugar a un proceso de interpelación, de acuerdo con el reglamento parlamentario.
El congresista informó que los diputados recibieron una comunicación de los comunitarios de Los Negros del distrito municipal de Pueblo Viejo del municipio de Nagua, quienes alertaron sobre la situación en la zona. Posteriormente, los diputados se trasladaron al lugar y corroboraron con sus propios ojos la gravedad de la problemática.
Especialistas encontraron problemas graves
Para respaldar sus argumentos, Rodríguez Restituyo señaló que los diputados contaron con la colaboración de destacados miembros de la academia de ciencias de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y otros especialistas en temas ambientales. “Lo que nosotros buscábamos era que esa barcaza fuera inmediatamente retirada de ese lugar y enviada de vuelta a Turquía sin ningún otro procedimiento”, reveló el diputado.
Además, el legislador citó los resultados proporcionados tanto por la Academia de Ciencias como por el Departamento de Santo Domingo, los cuales indican que la obra viola todos los parámetros para operar en la República Dominicana. La ubicación de la barcaza en una zona de área protegida y su impacto en la población de corales y manatíes fueron destacados como aspectos críticos.
Rodríguez Restituyo también mencionó que según los especialistas, la zona solía ser visitada por delfines que se habían alejado debido a la presencia de la barcaza, y se observó un aumento en la temperatura del agua, lo que afectaba negativamente a la población de peces en la zona.
“Es decir, los pescadores de esa zona se quejaron de que ya no podían encontrar ningún pez porque no resisten el calor de la barcaza; son dos plantas que están instaladas en una barcaza que tiene diez tubos, y cuando eso se enciende, solo pudimos ver prendidos dos”, concluyó el diputado Rodríguez Restituyo.