La Obesidad, diabetes, caries y el consumo excesivo de azúcares puede traer
consecuencias graves para la salud de los niños, razón por la que la OMS
recomienda reducir su ingesta a menos del 10 % de la ingesta calórica
total.
Cuando se habla de azúcar no solo se hace
referencia a las cucharadas que se le agregan a las comidas, sino también a la
que está incluida en algunos alimentos que les ofrecemos como parte de su
dieta diaria sin pensar en lo dañinos que pueden ser.
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A propósito de que la tercera semana de noviembre se celebra la semana
de concienciación sobre el azúcar, compartimos siete consejos para reducir
el consumo de este ingrediente en tus hijos.
Lee las etiquetas de los alimentos
La mayoría de los alimentos detallan en su etiqueta nutricional los niveles
de azúcares agregados. Los productos se consideran
altos o bajos en azúcar si se encuentran dentro de los
siguientes rangos: alto si contiene más de 22.5 gramos de azúcares totales
por 100 gramos de producto y bajo si contiene 5 gramos o menos de azúcares
totales por 100 gramos de producto. Si la cantidad de azúcares por 100
gramos está entre estas cifras, se considera un nivel medio.
Ofréceles postres naturales
En los niños es común sentir la necesidad de comer dulces. La idea no es
prohibírselo, ya que esto solo hará que se sientan más atraídos hacia ellos,
sino de buscar alternativas más saludables. Por ejemplo, en lugar de
galletas o bizcocho, les puedes ofrecer yogures naturales y frutas.
Promueve el consumo de frutas en lugar de jugo de frutas
Siempre será mejor que consuman las frutas enteras en lugar de zumos y
jugos. Además de que reduce la ingesta de azúcar, se
benefician de las fibras y vitaminas de las frutas. De todos modos, debes
saber que la Academia Americana de Pediatría recomienda no más de 4 onzas
de jugo de fruta 100 % al día para niños entre 1 a 3 años de edad, de 4 a
6 onzas para niños entre 4 a 6 años y de 6 a 8 onzas para niños de 7 a 14
años de edad.
Acompaña las comidas con agua
El agua es la mejor bebida para acompañar las comidas, aunque no siempre
es fácil lograr que los niños la prefieran por encima de refrescos y
jugos. En ese caso lo que puedes hacer es darle sabor al agua de forma
natural agregando frutas, pero sin azúcar. La leche blanca también es una
opción para el desayuno y la cena, ya que contiene azúcar natural
(lactosa).
Reeduca su paladar
Quizá no sea tarea fácil, pero sí es posible reeducar el paladar de los
niños. ¿Cómo hacerlo? Ve reduciendo de forma gradual la cantidad de azúcar
que le añades a sus comidas. Empieza por los alimentos que tus hijos
consuman con más frecuencia.
Evita exponerlos a tentaciones
Si no lo ven, no se van a antojar. Si quieres que tus hijos se resistan a
comer dulces, evita exponerlos a las tentaciones. Por ejemplo, si vas con
ellos al supermercado, lo mejor es que no pases por el área de golosinas.
En caso de que tengas que buscar algo allí, ve directo a buscarlo y sal lo
antes posible.
Predica con el ejemplo
El último consejo, pero no menos importante, es que debes predicar con el
ejemplo. Es fundamental que todos en casa limiten el consumo de azúcar,
así los niños lo verán como algo natural y les será más fácil mantener
costumbres de alimentación saludable.