EFE.- La
Fiscalía pide 9 años de cárcel para el exfutbolista del FC Barcelona Dani
Alves, acusado de un delito de agresión sexual como presunto autor de la violación
de una joven en el reservado de una discoteca de Barcelona el pasado mes de
diciembre.
Solicita, además, una indemnización de 150.000 euros para la víctima, según han informado fuentes jurídicas.
La jueza considera que existen “indicios racionales suficientes” para “suponer” que Dani Alves estuvo bailando con la víctima y que el exfutbolista, en dos ocasiones, le cogió la mano y se la puso en su pene, ante lo que la chica la retiró ambas veces.
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Posteriormente, desde la puerta que daba a un pequeño lavabo de uso exclusivo para la zona VIP, Alves llamó a la chica y, cuando la joven acudió, tiró con fuerza de ella, ante lo que la víctima le decía que se detuviera, que la dejara salir y que se quería ir.
Pese a ello, según la jueza, Alves no hizo caso, le subió el vestido, hizo que se sentase sobre él, le cogió la parte posterior de la cabeza y la tiró al suelo -lo que le causó a la chica una herida en la rodilla-, para intentar que le practicara una felación, aunque no lo logró, lo que “enfureció” al futbolista.
Ante esta situación, según el auto de procesamiento, el exinternacional brasileño pegó “varias bofetadas” en la cara a la víctima, la puso de espaldas contra el pequeño lavamanos, frotó su pene contra su cuerpo y finalmente la penetró “de manera violenta”.
Durante la instrucción, Alves ha ofrecido ante la justicia hasta cuatro versiones distintas: primero alegó que no conocía a la víctima, admitió después que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera nada entre ellos y, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas biológicas, sostuvo que la chica le había practicado una felación, de forma consentida.
Solicita, además, una indemnización de 150.000 euros para la víctima, según han informado fuentes jurídicas.
La jueza considera que existen “indicios racionales suficientes” para “suponer” que Dani Alves estuvo bailando con la víctima y que el exfutbolista, en dos ocasiones, le cogió la mano y se la puso en su pene, ante lo que la chica la retiró ambas veces.
Posteriormente, desde la puerta que daba a un pequeño lavabo de uso exclusivo para la zona VIP, Alves llamó a la chica y, cuando la joven acudió, tiró con fuerza de ella, ante lo que la víctima le decía que se detuviera, que la dejara salir y que se quería ir.
Pese a ello, según la jueza, Alves no hizo caso, le subió el vestido, hizo que se sentase sobre él, le cogió la parte posterior de la cabeza y la tiró al suelo -lo que le causó a la chica una herida en la rodilla-, para intentar que le practicara una felación, aunque no lo logró, lo que “enfureció” al futbolista.
Ante esta situación, según el auto de procesamiento, el exinternacional brasileño pegó “varias bofetadas” en la cara a la víctima, la puso de espaldas contra el pequeño lavamanos, frotó su pene contra su cuerpo y finalmente la penetró “de manera violenta”.
Durante la instrucción, Alves ha ofrecido ante la justicia hasta cuatro versiones distintas: primero alegó que no conocía a la víctima, admitió después que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera nada entre ellos y, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas biológicas, sostuvo que la chica le había practicado una felación, de forma consentida.