Alrededor de un millón de teléfonos celulares son robados o hurtados cada año en Brasil, según los datos divulgados por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública en la presentación de la aplicación.
«El objetivo es transformar el aparato robado en un pedazo de metal inútil para reducir la atractividad del delito», afirmó el secretario ejecutivo (viceministro) de Justicia, Ricardo Capelli, que espera que la medida también contribuya a la reducción de la receptación.
Para hacer uso de la aplicación, los usuarios deben registrarse en la web del programa, a través de la cuál podrán notificar a su operadora y bancos en caso de robo o hurto para que procedan a bloquear la línea y aplicaciones bancarias.
De esta manera, se simplifica el proceso para proteger la información de los usuarios en caso de robo, que antes se encontraba descentralizado y precisaba presentar una denuncia y entrar en contacto con la operadora y bancos de manera independiente.
Se trata de una aplicación desarrollada por el Ministerio de Justicia en colaboración con la Federación Brasileña de Bancos (Febraban) y la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).