Las intensas lluvias caídas este
sábado en la capital libia, Trípoli, han dejado barrios anegados en la ciudad
así como en localidades limítrofes y provocaron cortes de tráfico en
carreteras principales.
Con el recuerdo de la tormenta Daniel de septiembre, que arrasó el noreste del país, los libios compartieron vídeos en redes sociales que mostraban automovilistas atrapados por el agua en pleno corazón de Trípoli, en el puente Al Darn, el puente de Zenata y el de Al Ghrarat y cerca del río de Al Maynin, que atraviesa la capital.
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El Ministerio del Interior del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) alertaba de «no salir, salvo en momentos de necesidad».
El Ejecutivo con sede en Trípoli solicitó en un comunicado oficial «alejarse de los lugares donde se acumula agua», y avisó del despliegue de equipos en todas las regiones «desde tempranas horas para el bombeo del agua».
El primer ministro del GUN, Abdulhamid Dbeiba, informó de un seguimiento con todos los servicios de seguridad y agencias de salud en las ciudades y regiones.
El Ministerio de Salud emitió, por su parte, instrucciones a hospitales, centros médicos, Centro de Emergencia y Apoyo para elevar el nivel a alerta máxima, especialmente en las zonas costeras de Yabal al Ajdar y Monte de Nafusa, asegurando los equipos sanitarios necesarios para atender todas las necesidades dentro de los departamentos de ambulancia y emergencias de los hospitales en estas regiones.
Los servicios meteorológicos advirtieron de fuertes vientos y lluvias en el noroeste del país, que afectan especialmente a la capital, desde la madrugada pasada hasta las 17 horas locales (15.00 GMT).
Las aguas torrenciales arrasaron el pasado 10 septiembre el noreste de Libia, especialmente la ciudad costera de Derna, que dejaron más de 4.300 muertos y otros 8.000 desaparecidos y colapsaron dos presas; se vertieron 33 millones de litros de agua durante la madrugada, que arrastraron zonas residenciales enteras, puentes y carreteras hasta el mar.
Con el recuerdo de la tormenta Daniel de septiembre, que arrasó el noreste del país, los libios compartieron vídeos en redes sociales que mostraban automovilistas atrapados por el agua en pleno corazón de Trípoli, en el puente Al Darn, el puente de Zenata y el de Al Ghrarat y cerca del río de Al Maynin, que atraviesa la capital.
El Ministerio del Interior del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) alertaba de «no salir, salvo en momentos de necesidad».
El Ejecutivo con sede en Trípoli solicitó en un comunicado oficial «alejarse de los lugares donde se acumula agua», y avisó del despliegue de equipos en todas las regiones «desde tempranas horas para el bombeo del agua».
El primer ministro del GUN, Abdulhamid Dbeiba, informó de un seguimiento con todos los servicios de seguridad y agencias de salud en las ciudades y regiones.
El Ministerio de Salud emitió, por su parte, instrucciones a hospitales, centros médicos, Centro de Emergencia y Apoyo para elevar el nivel a alerta máxima, especialmente en las zonas costeras de Yabal al Ajdar y Monte de Nafusa, asegurando los equipos sanitarios necesarios para atender todas las necesidades dentro de los departamentos de ambulancia y emergencias de los hospitales en estas regiones.
Los servicios meteorológicos advirtieron de fuertes vientos y lluvias en el noroeste del país, que afectan especialmente a la capital, desde la madrugada pasada hasta las 17 horas locales (15.00 GMT).
Las aguas torrenciales arrasaron el pasado 10 septiembre el noreste de Libia, especialmente la ciudad costera de Derna, que dejaron más de 4.300 muertos y otros 8.000 desaparecidos y colapsaron dos presas; se vertieron 33 millones de litros de agua durante la madrugada, que arrastraron zonas residenciales enteras, puentes y carreteras hasta el mar.