La Guarda Civil y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria española
intervinieron 530 kilos de cocaína en el aeropuerto Adolfo Suárez
Madrid-Barajas, que viajaban ocultos en una partida de aguacates procedente de
República Dominicana.
La intervención tuvo lugar el pasado sábado en el marco de las inspecciones que se realizan a las mercancías que llegan a España a través del aeropuerto internacional de la capital española, tras detectar una posible manipulación en una partida declarada como fruta fresca, informó este martes la Guardia Civil en un comunicado.
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El envío estaba compuesto por tres palés que albergaban 38 cajas de aguacates, todas ellas con distintas cantidades de cocaína escondida, y tenía un peso total de 2.268 kilos netos.
Este método, conocido como gancho perdido o "rip off", es utilizado por los traficantes para intentar introducir grandes cantidades de droga a través de aeropuertos, con desconocimiento de las empresas importadoras y exportadoras.
Los delincuentes buscan envíos de mercancías de empresas legales de importación con un flujo constante, buscando pasar desapercibidos por los vigilantes aduaneros, explica la Guardia Civil en el comunicado.
La intervención tuvo lugar el pasado sábado en el marco de las inspecciones que se realizan a las mercancías que llegan a España a través del aeropuerto internacional de la capital española, tras detectar una posible manipulación en una partida declarada como fruta fresca, informó este martes la Guardia Civil en un comunicado.
El envío estaba compuesto por tres palés que albergaban 38 cajas de aguacates, todas ellas con distintas cantidades de cocaína escondida, y tenía un peso total de 2.268 kilos netos.
Este método, conocido como gancho perdido o "rip off", es utilizado por los traficantes para intentar introducir grandes cantidades de droga a través de aeropuertos, con desconocimiento de las empresas importadoras y exportadoras.
Los delincuentes buscan envíos de mercancías de empresas legales de importación con un flujo constante, buscando pasar desapercibidos por los vigilantes aduaneros, explica la Guardia Civil en el comunicado.