El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue) considera que la nueva ley
1-24 que regula la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI)
limita y vulnera
en «todo el sentido de la palabra» los derechos fundamentales adquiridos por
la ciudadanía en cuanto a la libertad, el derecho a la privacidad y el secreto
profesional.
El pastor Feliciano Lacen Custodio, dijo que es lamentable que surja esta ley después de haber avanzado en los últimos 12 años en tener una nueva Constitución y leyes que amparan y protegen el derecho, que reta y motiva a los ciudadanos a regirse por los valores y principios fundamentales de la dignidad humana, la que reconoce como valor supremo que sustenta el reconocimiento y el ejercicio de los derechos y deberes consagrados en su texto.
Lacen Custodio expuso que la Constitución dominicana plantea un sistema de derechos fundamentales que busca un equilibrio entre la libertad y la justicia social, y en el que la dignidad, la igualdad y la libertad son el núcleo de valores del sistema de derechos fundamentales que deben protegerse y garantizarse en entre los dominicanos.
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«Hoy nos encontramos con una normativa que tiene ambigüedades en sus artículos 9, 11 y 2, los cuales pudieran prestarse a interpretaciones diversas, y que dominicanos volvamos a vivir en «carne propia» el abuso de poder, el autoritarismo desmedido y las consecuencias de este tipo de obligaciones, que convertirá a los dominicanos y dominicanas en «chivatos» al servicio del mejor postor, para obligarnos a convertirnos en oídos y ojos del Estado y a estar dispuestos a denunciar cualquier real o presunta desviación en las actuaciones de terceros», añadió Lacen Custodio.
CODUE, suma su voz de preocupación e interés manifestado por la Asociación Dominicana de Diarios, líderes prominentes de las iglesias evangélicas y católicas, la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), especialistas en derecho constitucional, y la opinión pública expresada en medios y plataformas digitales.
El pastor Feliciano Lacen Custodio, dijo que es lamentable que surja esta ley después de haber avanzado en los últimos 12 años en tener una nueva Constitución y leyes que amparan y protegen el derecho, que reta y motiva a los ciudadanos a regirse por los valores y principios fundamentales de la dignidad humana, la que reconoce como valor supremo que sustenta el reconocimiento y el ejercicio de los derechos y deberes consagrados en su texto.
Lacen Custodio expuso que la Constitución dominicana plantea un sistema de derechos fundamentales que busca un equilibrio entre la libertad y la justicia social, y en el que la dignidad, la igualdad y la libertad son el núcleo de valores del sistema de derechos fundamentales que deben protegerse y garantizarse en entre los dominicanos.
«Hoy nos encontramos con una normativa que tiene ambigüedades en sus artículos 9, 11 y 2, los cuales pudieran prestarse a interpretaciones diversas, y que dominicanos volvamos a vivir en «carne propia» el abuso de poder, el autoritarismo desmedido y las consecuencias de este tipo de obligaciones, que convertirá a los dominicanos y dominicanas en «chivatos» al servicio del mejor postor, para obligarnos a convertirnos en oídos y ojos del Estado y a estar dispuestos a denunciar cualquier real o presunta desviación en las actuaciones de terceros», añadió Lacen Custodio.
CODUE, suma su voz de preocupación e interés manifestado por la Asociación Dominicana de Diarios, líderes prominentes de las iglesias evangélicas y católicas, la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), especialistas en derecho constitucional, y la opinión pública expresada en medios y plataformas digitales.