El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció este domingo que abandona las
primarias para la nominación presidencial republicana
cuando faltan dos días para la cita decisiva de Nuevo Hampshire.
Con su retirada, la contienda interna del Partido Republicano es cosa de dos candidatos: el expresidente de Estados Unidos Donald Trump ( 2017-2021) y la exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
“No tenemos un camino claro para la victoria. Por eso, hoy suspendo mi campaña”, explicó De Santis en un vídeo difundido a través de redes sociales.
“Trump es superior al actual titular, Joe Biden. Eso está claro. Firmé un compromiso de apoyo al candidato republicano y lo cumpliré”, dijo.
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Con la retirada de DeSantis, la contienda interna del Partido Republicana es cosa de dos candidatos: Trump y la ex embajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
Trump “cuenta con mi apoyo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño, una forma reenvasada de corporativismo que Nikki Haley representa”, dijo DeSantis. “Los días de poner a los estadounidenses en último lugar, de doblegarse ante las grandes corporaciones, de ceder ante la ideología woke, han terminado”, concluyó.
Las primarias de New Hampshire, las primeras del país, se celebran el martes.
Él y sus aliados juntaron fondos por más de 100 millones de dólares. DeSantis presumía además de un historial legislativo significativo en temas importantes para muchos conservadores, como el aborto y la enseñanza de cuestiones raciales y de género en las escuelas.
Tales ventajas no sobrevivieron a la realidad de la política presidencial en 2024. Desde un anuncio de alto perfil que estuvo plagado de fallos técnicos hasta constantes cambios en su equipo y estrategia de campaña, DeSantis luchó por encontrar su equilibrio en las primarias.
Perdió los caucus de Iowa -que había prometido ganar- por 30 puntos porcentuales frente a Trump.
Y ahora, el futuro político de DeSantis está en entredicho tras suspender su candidatura presidencial después de una sola votación. El gobernador de Florida, de 45 años, está en su segundo mandato y no puede postularse para un tercero.
Con su retirada, la contienda interna del Partido Republicano es cosa de dos candidatos: el expresidente de Estados Unidos Donald Trump ( 2017-2021) y la exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
“No tenemos un camino claro para la victoria. Por eso, hoy suspendo mi campaña”, explicó De Santis en un vídeo difundido a través de redes sociales.
“Trump es superior al actual titular, Joe Biden. Eso está claro. Firmé un compromiso de apoyo al candidato republicano y lo cumpliré”, dijo.
Con la retirada de DeSantis, la contienda interna del Partido Republicana es cosa de dos candidatos: Trump y la ex embajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
Trump “cuenta con mi apoyo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño, una forma reenvasada de corporativismo que Nikki Haley representa”, dijo DeSantis. “Los días de poner a los estadounidenses en último lugar, de doblegarse ante las grandes corporaciones, de ceder ante la ideología woke, han terminado”, concluyó.
Las primarias de New Hampshire, las primeras del país, se celebran el martes.
Expectativas frustradas
El ambicioso gobernador de Florida entró en la contienda presidencial de 2024 posicionándose como el candidato con más posibilidades de vencer a Trump, y las primeras encuestas de las primarias sugerían que DeSantis estaba en una posición fuerte para hacer precisamente eso.Él y sus aliados juntaron fondos por más de 100 millones de dólares. DeSantis presumía además de un historial legislativo significativo en temas importantes para muchos conservadores, como el aborto y la enseñanza de cuestiones raciales y de género en las escuelas.
Tales ventajas no sobrevivieron a la realidad de la política presidencial en 2024. Desde un anuncio de alto perfil que estuvo plagado de fallos técnicos hasta constantes cambios en su equipo y estrategia de campaña, DeSantis luchó por encontrar su equilibrio en las primarias.
Perdió los caucus de Iowa -que había prometido ganar- por 30 puntos porcentuales frente a Trump.
Y ahora, el futuro político de DeSantis está en entredicho tras suspender su candidatura presidencial después de una sola votación. El gobernador de Florida, de 45 años, está en su segundo mandato y no puede postularse para un tercero.