El humillante resultado final de 105-141 (-36) fue solo el colofón a una noche desastrosa de Golden State, que atraviesa un momento de gran inestabilidad y que esta noche volvió a recibir abucheos de su afición.
«Nos lo merecemos (los abucheos), por supuesto», dijo Steve Kerr, entrenador de los Warriors, tras el encuentro.
«Creo que hemos perdido el espíritu y la confianza que te tienen que impulsar», agregó.
Desde el día de Navidad, Golden State arrastra un triste 2-6 en los ocho partidos que ha disputado (17-20 de balance, fuera del ‘play-in’ del Oeste).
Los Warriors fueron toda la noche por detrás en el marcador, arrancaron con un penoso 27-46 en el primer periodo y en el último cuarto llegaron a ir perdiendo de 41 puntos.
Moses Moody (21 puntos) fue el máximo anotador de los locales. Stephen Curry se quedó en 15 tantos (4 de 13 en tiros) y Klay Thompson aportó 13 (5 de 10).
Golden State perdió 17 balones y nunca pudo frenar a unos Pelicans que brillaron con un 57,4 % en tiros de campo y un 47,5 % en triples (19 de 40).
Ocho jugadores de Nueva Orleans acabaron con dobles dígitos de anotación. Jonas Valanciunas (21 puntos y 9 rebotes) fue el más productivo y Zion Williamson añadió 19 puntos y 7 asistencias.
Los Pelicans (23-15) llevan seis triunfos en sus últimos siete partidos.
Sin Chris Paul por lesión, los Warriors continúan con su montaña rusa este curso en el que han tenido que afrontar la enorme controversia en torno a Draymond Green, quien fue suspendido de forma indefinida a mediados de diciembre por darle un manotazo en la cara a Jusuf Nurkic y cuya sanción fue levantada la semana pasada (todavía no ha regresado a las canchas).
Previamente y también durante esta temporada, Green recibió otra suspensión de cinco encuentros por agarrar del cuello con una llave a Rudy Gobert en una tangana en el duelo contra los Minnesota Timberwolves.
Además, el equipo de Kerr también ha tenido debates complicados sobre el rendimiento y el papel de Klay Thompson y Jonathan Kuminga en una franquicia que afronta los últimos compases de un proyecto legendario que conquistó cuatro anillos de la NBA. EFE